Serie de 10 historias realizadas para el Kinktober 2022. Decidí hacer el kinktober con tres ships diferentes: Drarry, Ron/Hermione/Krum y BakuDeku. Postearé las historias en tres fics separados por ship, con capítulos independientes entre sí y no ne...
Trigger Warning: Sexo explícito, Crossdressing, sexo anal rudo, Worship, Panty Kink, Fingering, sexo semipúblico, Ripped Clothes.
Panty Kink: Fetiche por las medias de mujer. Implica desde contemplar hasta besar y lamer pies, piernas, muslos, genitales o glúteos con las medias puestas. Ripped Clothes: Fetiche por rasgar la ropa de la otra persona.
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Izuku contempla el panel de puntuación, acongojado. A su lado, Jirou levanta el puño, celebrando, cuando su coche virtual atraviesa la meta de la pantalla, obteniendo la victoria de la última carrera. Sero, que está sentado en el suelo, entre las piernas de Izuku, también celebra con una carcajada cuando hace lo mismo unos segundos después. Kaminari, al lado de Sero, todavía juega, concentrado. El vehículo de Izuku le lleva una ligera ventaja por primera vez en todo el torneo que han jugado, pero la tabla de puntuaciones no engaña: Izuku es el que peores tiempos ha hecho en casi todas las carreras y ocupa la cuarta y última posición.
Una curva cerrada, la última de la carrera, que Izuku toma con poca precisión. Kaminari aprovecha y, en la pantalla, su coche se introduce entre el borde de la pista y el vehículo de Izuku, recortando la ventaja. Impotente, Izuku ve cómo su coche se ve empujado a un lado, perdiendo el control durante una décima de segundo, suficiente para que Kaminari le adelante y cruce por delante de él, apenas medio segundo antes, la línea de meta.
—¡Sí! —celebra Kaminari, exultante. Sin darle lugar a que suelte el mando, Jirou se inclina hacia Kaminari, tirándole del pelo hacia atrás para besarle en los labios con ímpetu. Izuku se reiría de la cara de atontado que pone Kaminari, sonrojándose ligeramente, similar a la que se le queda cuando utiliza su Don en exceso—. Midoriya, te toca pagar.
—No lo entiendo —murmura Izuku para sí mismo, dejando el mando con cuidado en el sofá, frunciendo el ceño—. Cuando juego con Kacchan, no se me da tan mal.
—¿Ganas a Katsuki jugando así? —pregunta Kaminari, sorprendido. Izuku levanta la cabeza, asintiendo, pero Jirou atrae toda su atención.
—Eh, tú, sé un poco más generoso en la victoria —dice Jirou, reprendiendo a Kaminari con un pescozón suave. Sero, en cambio, se limita a sonreír y palmear la espalda de Izuku. No hay discusión sobre el resultado, la tabla de puntuaciones habla por sí sola: Jirou ha quedado la primera con una ligera diferencia sobre Sero. Por detrás, Kaminari. Y, en último lugar, Izuku—. Vamos, ven conmigo, Midoriya.
Nervioso, Izuku se levanta del sofá y sigue a Jirou, que se dirige a una de las habitaciones de la casa con determinación. Al principio, cuando Kaminari ha propuesto una penalización a la persona que perdiese para darle algo de salsa a la competición, había parecido buena idea. La propuesta de intercambiar con el ganador la ropa de Sero había sonado un tanto extraña, pero Izuku había asentido sin pensárselo demasiado: sonaba divertido, inocente, pueril y, sobre todo inocuo y sin consecuencias. Ahora que Jirou lo invita a pasar dentro de la habitación de Yaoyorozu, la propietaria de la casa y anfitriona de la fiesta, y cierra la puerta tras él, está abochornado.