- Ven aquí cariño - Me llamó Katherine, y no tuve otra opción más que ir hacia la cubierta.
Subí los escalones de madera tratando de que mi cara no estuviera roja de tanto llorar y aventé mi pesada maleta al suelo. Para mi desgracia todos se mantuvieron en silencio.
- Chicos, - Empezó a decir George rompiendo el silencio. - ella es Jackie y...
- Y ella se quedara con nosostros por un tiempo - Finalizó Katherine, dandole a su marido una mirada severa. Un respiro ruidoso se escuchó por mi parte mientras suspiraba. No me había dado cuenta de que no quería que los chicos supieran la razón por la que me iba a quedar aquí. No estaba lista para hablar con desconocidos sobre mi familia. Aparte, si los chicos supieran, ellos me tratarían como alguien que se puede romper facilmente y eso es lo que menos quiero.
Los chicos se me quedaron viendo como si fuera un extranjero que estaba invadiendo su país.
Decidí que era tiempo de hacer las paces. Lentamente, levanté la mano y los saludé.
- Hola chicos, soy Jackie.
Uno de los muchachos mayores nadó hacia adelante y salió de la piscina. Saliendo de el espacio de los chicos. Le di una mirada y mi pulso paró. Parecía un chico recíen salido de una de las revistas de deportes. Su cabello rubio pálido estaba desordenado y enmarañado por la alberca y no pude no notar que sus perfectos y tonificados musculos habían estado perdidos por el agua. Habían gotas de agua en sus oscuras pestañas que hacían brillaban en la luz del sol, enmarcando sus brillantes ojos azules. En conclusión, me estaba derritiendo.
- Porqué? - Me preguntó, clavando sus brillantes ojos en mi. - Porqué te vas a quedar con nosotros?
- Cole! - Lo regañó George. - No seas tan grosero. Jackie es nuestra invitada
Cole se volteó a ver a sus hermanos y luego hacía su papá. Se econcogió de hombros.
-Todos lo pensamos, solo fui el primero en decirlo.- Algunos de los chicos asientieron en acuerdo a lo que su hermano había dicho. Sentí cómo me congelaba, aterrada de que si les decía la verdadera razón por la que me quedo, me rompería y empezaría a llorar otra vez. Definitivamente no queria que eso pasara.Katherine notó mi mirada llena de pánico y me salvó.
- Como ya todos saben, fui a visitar a la mamá de Jackie, M-Molly.- Ella tembló al decir el nombre de mi mamá. - Hay algunos problemas familiares ahora, y me ofrecí a traer a Jackie conmigo.
Katherine tomó un respiro profundo cuando lo acabó de decir. Me sentí aliviada de no ser la única que tenía que decir mentiras. Tal vez una vez instalada en la casa de los Walter les podría decir la verdad, pero no hasta saber en donde me quedaba con los chicos.
- Bueno, creo que tomaré el resto de mis cosas, - dije queriendo apartarme se los doce pares de ojos que me veían.
- Oh, cierto, lo olvide. Uno de ustedes chicos tiene que ayudar a Jackie a llevar sus maletas a su cuarto, mientras yo voy a hacer la comida. Quiero que se comporten. - Katherine apunto con su dedo a sus hijos.
Cuando me volteé para salir mientras Katherine y George desaparecian adentro de la casa, alguien me agarro del brazo. Mire hacia arriba para encontrarme cara a cara con uno de los chicos. Su cabello dorado estaba recogido en una pequeña cola de caballo. Era el mas alto de todos, y probablemente el mayor también. Su fuerte línea de la mandíbula, barbilla gruesa y su larga nariz recta hacian que los lentes de sol que traía puestos se vieran más pequeños. Sus antebrazos estaban tonificados, y sus manos estabán ásperas. Lo más probable era de trabajar en el rancho.
- Estas planeando quedarte mucho tiempo, o normalmente empacas tanto?- preguntó con una sonrisa, mirando abajo a mi gran bolsa de hockey. Pensar en casa hacía que mis labios temblaran y mis ojos se llenaran de lágrimas. No queria quedarme tanto tiempo, pero a dónde más podría ir? Su sonrisa se desvaneció, y me dió una mirada de comprención que me hacía sentir que de alguna manera me entendía. No estaba segura por qué, pero tal vez era que se precía más a un hombre que el resto de los chicos.
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My life with the Walter boys - Traducida al español
Подростковая литератураCuando la joven de dieciseis años Jackie Howard se muda de Nueva York a Colorado no sabe nada acerca de su tutora legal Katherine Walter. Después de descubrir que tiene nada más y nada menos que doce hijos, ella teme que vivir con los Walter, no va...