Año nuevo.

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En noviembre no paso mucho, simplemente varias veces a la semana, después de la escuela, o en los fines de semana, salían juntos los seis, al cine, a comer, o simplemente ir a la casa de alguno ellos, mayormente a la casa de Tony.

 Peggy era muy buena con ellos, era como una adolescente más, y casi casi lo era, tenía solo 21 años, mientras ellos tenían 15, era una mujer divertida y carismática, sobre todo con Steve, eran muy parecidos, y ella le contaba mucho sobre quienes eran sus padres, a Tony no le gustaba mucho eso, según lo que le decía a su tía era porque sentía que le estaban coqueteando.

Navidad cada quien la paso con su familia. Todos le dieron una cálida bienvenida a la familia de Nat, quienes les cayeron muy bien, y viceversa. Pero aun así en las vacaciones, se juntaron prácticamente todos los días.

- Tony!!!!!- grito Peggy desde la planta baja de la casa que compartía con su sobrino y ahijado.

- Que pasa?!?!- contestó el desde su cuatro en la planta alta.

- Tu teléfono esta sonando está sonando!!!!

- Ya voy!!!- Tony bajo las escaleras de un salto, le quitó el celular de las manos, y atendió la llamada- Hola?

- Tony?!- el mencionado dio un respingo por el grito que pego su interlocutor.

- Steve, cuántas veces te he dicho que no necesitas gritar para que te oiga?!- dijo, mientras hablaba subía las escaleras e iba a su cuarto.

- Solo una, antes de ahora.

- Que quieres?

- Me llegó un correo electrónico extraño.

- Se le dice E-mail.

- Eso. Me llegó uno, dice que me invitan a una fiesta de fin de milenio.

- A mi me llegó el mismo, Steve, es de parte de Diana, nuestra compañera, es una fiesta, por fin de año, fin de milenio, Beloved!

- Pero jamás he ido a ninguna fiesta, no me dejan!

- Pues trata de convencer a Karen.

- No le digas Karen!

- Como sea, nos vemos allí, con los chicos, a las ocho, no lo olvides, eh!

- No lo haré, nos vemos, adiós.

- Adiós, Beloved- Tony fue quien colgó la llamada.

Eran las ocho quince.

Clint y Nat habían sido los primeros en llegar a la casa de Diana, al las nueve cincuenta. Al rato llego Tony, a las ocho en punto, y a los minutos llegó Thor, a las ocho diez. Todos lo que ya habían llegado estaban esperando a los que faltaban por llegar, osea, Bruce y Steve.

- Donde carajos están estos idiotas?- dijo Clint, bastante nervioso, jamás había ido a una fiesta, al parecer todos aquí eran bastante antisociales.

A excepción de Thor, en Argard era el más fiestero de todos. Y de Tony. Quien ya desde niño era llevado a fiesta elegantes, y con su corta edad de trece fue a su primer discoteca.

- Ya deben estar llegando, Barton, tranquilo.

- Oigan, hablando de los reyes de Roma- Thor levanto la cabeza, para ver sobre las cabezas de sus otros amigos.

Todos se voltearon a ver a Steve y Bruce, quienes llegaron juntos. Steve traía puesta una camisa azul ajustada su figura, con sus mangas arremangadas, dejando ver parte de sus brazos, y un jean negro. Bruce iba vestido de traje, Tony le recomendó que lo usara por que el también iría con uno.

- Al fin, malditos, llevamos veinte minutos esperándolos!

- Lo siento, Clint, tarde en convencer a las madres para que me dejen venir.

La secundaria S.H.I.E.L.DDonde viven las historias. Descúbrelo ahora