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Time skip

Había pasado un mes desde ese día, Takemichi y Hinata eran pareja, Yamagishi estuvo enfermo dos semanas y los chicos salían como siempre.

— ¡Aoi! — Takuya llamó.

— ¿Qué hacéis por aquí chicos?

— Vamos a Shibuya, a hablar con Masaru.

— ¿Masaru, el primo de Takemichi que está en una pandilla? — Yamagishi asintió. — Oh, no. Os van a partir la cara.

— Solo vamos a hablar.

— Seguro. — Suspiró. — Vosotros dos. — Señaló a Makoto y a Yamagishi. — Sois unos tontos. Él. — Señaló a Takemichi. — Es un llorón. Takuya, con cariño, es débil. Y Akkun parece el más decente, pero contra gente mayor es igual de débil que Takuya. No me hagáis reir.

— Bueno, lo siento, señorita delicadeza.

— Makoto me vuelves a llamar así o algo y te tragas esto. — Le enseñó su mochila.

— Miss delicadeza queda mejor.

— Cagaste. — Se lanzó sobre él y Akkun y Takuya tuvieron que agarrarla. — Soltadme.

— Makoto, pide perdón. — Habló Akkun.

— No.

— Yamagishi. — Este asintió y le pegó en la cabeza al pelinegro.

— Lo siento.

— Bien.

— Vamos, el tren ya está aquí. — Takuya señaló.

Time skip.

— Bueno, aquí nos separamos chicos, hasta luego. — Se despidió con una sonrisa de ellos y se fue. — Mentira, compraré lo que necesito y los seguiré, no puedo dejar a esa banda de niños solos. — Negó con la cabeza dirigiéndose a una pequeña tienda de ropa.

— Hola, buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarla?

— Tengo un pedido a nombre de Matsuoka.

— Sí, espere un momento. — El dependiente se metió en el almacén y salió unos minutos más tarde. — Aquí tiene, un traje y un vestido.

— Gracias. — Le extendió el dinero. — Quédese el cambio. — Sonrió, agarró la bolsa y se fue.

— ¡Aoi!

— ¿Eh? — Se giró y vió a Mikey y a Emma. — Hola, ¿qué tal?

— Bien. — Mikey sonrió.

— De maravilla, ¿y tú?

— Bien, vine a hacer unos recados.

— Ibamos a comprar dorayakis a ese supermercado, ven. — Habló Mikey con los ojos brillando.

— No tienes por qué venir co-

— No, está bien Emma. Además, tengo que comprar algo allí.

Time skip.

— Nos vemos, Mikey, Emma. — Se despidió con una sonrisa.

— Hasta pronto.

— Bien, ahora a ver donde están los chicos, que ya es de noche. — Suspiró. — Mikey será el líder de la ToMan y dar miedo pero cuando quiere puede parecerse a un niño pequeño con los dorayakis y las banderitas. Menos mal que Draken o Emma están a su lado. — En un parque vió a un grupo de cinco chicos. — ¡Hey!

— ¡O-oh! — Yamagishi tiró la revista que tenía en sus manos hacia otro sitio. — ¡Aoi!

— ¡Estáis todos rasguñados! — Negó con la cabeza, abrió su mochila y de ahí sacó una pequeño botiquín. — ¡Sentados! — Todos le obedecieron y la jóven se acercó a Takemichi. — A tí nada. — Yamagishi y Makoto se rieron, la chica se acercó a Takuya y empezó a tratar sus rasguños. — ¿Estás bien? ¿Duele?

— Sí, estoy bien y duele un poco.

— Os lo dije, chicos. — Suspiró y al acabar de tratar las heridas de Takuya, siguió con las de Akkun y Makoto.

— Lo sentimos.

— Takemichi, en el botiquín hay un espejo y te puedes ir tratando los rasguños.

— ¡Sí!

— A ver, querido Yamagishi. — Le quitó las gafas y se las pusó ella sobre la cabeza.

— Después de que le golpearan, lloró.

— Makoto, dije que no se lo dijerais a nadie. — Apartó la cara algo ruborizado.

— Llorar está bien. — Volvió a agarrar la cara del chico e hizo que le mirara. — Mírame, cariño, si no no puedo tratar tus rasguños.

— ¿Cariño? — Se sonrojó aún más.

— Ya está. — Miró a Takemichi, quién había acabado de tratar sus heridas.

— Bien.

— Da miedo cuando está seria. — Susurró Makoto.

— No sé si te das cuenta, Makoto, pero de momento sorda no soy. — Miró de reojo al nombrado para después volver a mirar a Yamagishi. — Ya estás. — Metió el botiquín en la mochila, se levantó y agarró sus bolsas.

— Umm. — Yamagishi se levantó y se acercó a la chica.

— ¿Yamagishi? — Confunfida le miró, este solo le quitó sus gafas y se las puso. — Ah, sí, perdón. — De paso el chico agarró dos de las bolsas que llevaba. — No hace falta.

— No es que cargues con tanto peso. — Miró a otro lado sonrojado.

— Gracias. — Sonrió, Makoto agarró otra de las bolsas que llevaba, dejando a la chica con la mochila y otra bolsa. — Gracias a tí también, Makoto.

"Que hermosa." Pensaron los dos.

— Vamos, cada uno a su casa, y nada de problemas. — Takemichi, Takuya y Akkun se marcharon. — Vosotros dos me acompañais a casa.

Time skip.

— ¡Aoi! ¡¿Dónde mierda t-

— Hola, Matsuoka-san.

— ¡Ah! Hola, Suzuki-chan, Yamagishi-chan.

— Hola, mamá. — Entró en su casa.

— Es demasiado tarde, ¿queréis que avise a vuestros padres de que os vais a quedar a cenar y a dormir aquí?

— Sí, mamá, avisa a sus padres. — Miró a los dos chicos. — Venid. — Les sonrió.

"¡Aaah, que linda!"

— Dejad las bolsas en la cocina. — Los dos adolescentes obedecieron. — Seguidme. — Los llevó a la habitación de invitados. — Las camas son muy cómodas, así que no tendréis problemas para dormir. Un momento. — Se fue dejando a los amigos solos en la habitación.

— Me quedo con esta cama. — Makoto se tumbó sobre la cama que estaba al lado de la ventana.

— Bien. — Yamagishi se sentó en la cama que estaba más cerca de la puerta.

— ¿Te gusta Aoi?

— ¡N-no!

— Oh, vamos, está plana pero yo me haría una paja con una foto suya. — Se quedó callado. — De echo, ya lo hice. — Habló encogiendose de hombros.

— Es nuestra amiga, la única chica que nos habla por voluntad propia. — Miró al pelinegro.

— ¿Y qué? Está guapísima.

— Siento la tardanza, aquí tenéis. — Le dejó una muda de ropa en cada cama. La chica tenía un pequeño moño desordenado, una camiseta grande negra y unos pantalones a cuadros negro y blanco. — El baño está a la derecha. — Se echó en la cama en la que iba a dormir el de gafas.

— Yo me voy a cambiar. — Makoto se levantó y echó a correr hacia el baño.

— Está es la mejor cama entre las dos, pero, shh, no le digas a Makoto. — Tiró de la camiseta de Yamagishi para atrás, haciendo que este quedara tumbado y le giró la cabeza. — Mañana tus rasguños estarán mejor, el peor que quedó fue Takemichi. — Miró a los ojos del contrario. — Tienes una gran memoria, pero la desperdicias con datos de pandillas. — Acarició el pelo de Yamagishi.

— ¡No la desperdicio! — Habló sonrojado por la cercanía.

Yamagishi Kazushi x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora