5.

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— Bien, yo digo que estos dos tienen algo. — Habló Issei. — Aunque sigan siendo amigos seguro que son más cariñosos entre sí, desoués de todo, ellos no se separaron después de hacer las paces.

Al llegar al restaurante los visualizaron enseguida. — Hola. — Saludó Hajime en la mesa, todos habían cambiado un montón menos Takemichi y Hinata.

— Estáis todos muy cambiados. — Issei recalcó.

— Sí, creo que la pubertad nos afectó. — Yamagishi pasó su brazo por encima de los hombros de la teñida y la acercó más a él.

— ¿Sabéis que Aoi y Yamagishi se besaron cinco veces debajo de un  muérdago en Navidad? — Makoto habló.

— No nos lo dijo. — Los hermanos miraron a la jóven.

— La primera vez fue cuando teníamos 15 años, luego 17, 18, 21 y 25.

— ¡¿Entonces fue hace un mes el último?!  — Hajime sonrió enfadado mirando a Yamagishi.

— S-sí señor.

— Me la cuidas, ¡¿eh?!

— S-sí señor. — Acarició el hombro de la chica.

— Y vosotros, ¿que ha sido de vuestra vida?

— Yo no tengo novia ni nada, pero simplemente por estar con adolescentes pubertos me pagan muy bien.

— Yo me voy a casar y en mi trabajo me va bien. — Sacó invitaciones para todos.

— ¿De que trabajas?

— Profesor de infantil.

— No parece que tienes la suficiente paciencia para el trabajo. — Molestó Makoto.

Time skip.

— Hey, Aoi. — Habló Yamagishi. — ¿Quieres venir a pasar la noche a mi casa?

Miró a sus hermanos. — Vale.

— Bueno. — Issei agarró las llaves de la casa de la chica de su mano y la empujó contra el de gafas. — Nosotros nos vamos, pasad buena noche. — Habló divertido, agarró a su hermano del brazo arrastrandolo y desaparecieron.

— Bueno, ¿qué tal el día?

— Bien. — La fémina sonrió. — ¿Y el tuyo?

— Creo que ahora mejor. — Pasó rl brazo por encima de los hombros de la fémina.

— ¿Por qué haces esto?

— ¿El qué?

— Posar el brazo sobre mis hombros y no moverlo durante mucho tiempo.

— Si no te gusta puedo parar. — Vió como la jóven negó con la cabeza. — No me acuerdo de porque lo hago.

— Ah, pero sigues recordando datos sobre pandillas. — Suspiró. — Que desperdicio de memoria.

— ¡No la desperdicio!

— Lo que tu digas.

— Empecé a hacerlo cuando teníamos 15 años, me gusto y se volvió costumbre, eso es todo.

— Mmm.

— ¿Qué tal?

— Makoto. — Se sorprendió la chica. — Nos acabamos de ver en una reunión, ¿por qué vuelves a preguntar, qué tal?

— Manías, ¿a dónde vais?

— A mi casa a ver películas.

— ¿Puedo ir?

— No.

— ¡Kazushi! Pobre Makoto.

— Está bien. — Habló irritado quitando el brazo de los hombros de la pelinegra.

— No. — Agarró el brazo del chico y lo volvió a posar sobre sus hombros.

Time skip.

Se se encontraban en la casa del de gafas, sentados en el sofá viendo una película, la chica sentada en el medio de los dos hombres.

— Makoto, te estás durmiendo. — Aoi anunció.

— Sí, está película me gustaba antes, ahora me parece aburrida. — Se levantó del sofá. — Me voy a dormir, buenas noches.

— Si quieres podemos ir a mi habitación. — Habló Yamagishi después de ver a su amiga moverse incomodamente. — Podemos seguir viendo la película allí, y estarás más cómoda.

— Bien.

— Te daré ropa cómoda para que puedas cambiarte mientras pongo la película. — Se levantó del sofá y agarró a su amiga en cuello y la llevó a la habitación. Una vez dentro de esta sacó unos pantalones de pijamas a cuadros rosas y una camiseta de manga corta blanca. — Ten.

— Gracias, Kazushi. — Sonrió dulcemente al chico y se metió al baño.

— Un día de estos me va a matar. — Susurró para sí mismo mirando hacia la puerta del baño. Negó con la cabeza, sacando así pensamientos intrusivos y se empezó a cambiar.

— Gracias de nuevo, Kazushi. — Mencionó otra vez la fémina entrando en la habitación, encontrándose así con Yamagishi sin camiseta.

— Hmm. — Contestó mirando a la chica, con las orejas rojas, pero debido a su pelo, estás no se mostraban.

— ¿No te vas a poner la camiseta? — Habló metiéndose en la cama y tapándose.

— No, tengo calor. — Se recogió el pelo en un moño.

— Se te ve la banda del calzoncillo.

— No me importa. — Se metió en la cama junto a la jóven y la acomodó sobre su pecho.

— Idiota. — Puso su mano sobre el pectoral izquierdo del chico.

— También te quiero. — Besó la cabeza de la chica.

— Tonto. — Miró hacia él. — Te tendrías que cortarte el pelo, díselo a Akkun, y afeitarte.

— No.

— Sí.

— No.

— Sí.

— ¿Y por qué?

— Porque te lo mando yo.

— Ya no somos niños, no tenemos que tener estas peleas estúpidas.

— Cállate.

— Hazme callar. — El chico sonrió burlonamente y puso morritos, haciendo la broma, pero no esperaba que la chica le besara.

— Ale, ahora a seguir viendo la película. — Se volvió a acomodar en el pecho del contrario y miró a la pantalla con una sonrisa tonta en la cara.

— ¿Hah? No, de eso nada. — Se puso sobre la chica.

— ¡Kazu, yo quiero ver la película! — Hizo un puchero.

— No.

— Si me dejas ver la película, seré tu novia y te daré mimos.

— Sí mi vida. — Volvió a colocarse en la cama y la acomodó encima suya.

— Te amo.

— Yo más.

— No, yo más.

— No, yo.

— Yo más.

— No, yo más.

— He dicho que yo y punto. — Besó al chico.

— Está bien.

Yamagishi Kazushi x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora