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"No se de que me hablas" respondió Rodri, en esa situación parecía estar relajado para no alterar la situación pero el chico de la capucha no paraba de empujarlo.

"¡¿Donde esta mí bolsa azul?!" preguntó más alterado aún. "¡Seguro que vos la tenes, fuiste el único al que le vendí ayer!" volvió a empujarlo.

A estas alturas solo oía continuos pitidos, de repente los escalofríos se convirtieron en olas de calor que recorrían desde la punta de mis dedos de los pies hasta la punta de mí cabeza. Sentía un cosquilleo en las piernas, quería desaparecer en ese momento.

"¡Nadie va a salir de esta fiesta si no encuentro mí puta bolsa azul!" grito el chico de la capucha y amenazó a todos con una navaja que sacó del bolsillo. La gente comenzó a alterarse, muchos murmuraban y otros gritaban.

"Mas te vale encontrarla porque sino voy a rajarte empezando por la frente hasta el cuello" amenazó a Rodri acercando más la punta de la navaja a su cara.
Trague saliva, era hora de que hablara. Yo tenía la bolsa azul.

"Calmate" grité. Las manos me temblaban pero intenté que mí voz no lo hiciera. "iYa te dijo que no sabe dónde está!" volví a gritar.

Todo el mundo giro la cabeza hacia mí, los que estaban cerca mío me hicieron paso al pequeño círculo compuesto del grupo de chicos que amenazaban a Rodrigo y el pobre Rodri solo al otro extremo.

El chico de la capucha río, guardo su navaja y fue andando lentamente hacia mí. Cada vez lo veía más cerca, cada vez temblaba peor.

No era capaz de concentrarme en nada más que el encapuchado se acercaba más a mí con una sonrisa pícara en su rostro. "¿Sabes dónde esta mí bolsa, linda?" preguntó sarcásticamente, antes de que pudiera responder cogió mí cuello y me amenazó con la navaja.

"¡Como nadie diga dónde está la puta bolsa, la cago matando!" gritó, pero apenas pude entenderle, sentía que comenzaba a sudar frío. No era capaz de decir que yo la tenía, la gente comenzó a gritar pero mis oídos cada vez se taponaban más con el continuo pitido.

En el otro lado de la pelea, un grupo de chicas salió sobre la multitud. Pilar, Lucia y Camila estaban dispuestas a defenderme aunque tuvieran que dejarse la vida en ello, tenían una pose dominante.

"Eu!" gritó Lucia captando la atención de todos. "La soltas o te cago a trompadas" advirtió.

En menos de un minuto, se desató una pelea enorme. Las tres chicas contra el grupo de encapuchados, mientras Rodrigo y otra gente de la fiesta las defendían intentando contratacar a estos chicos.

"Mas te vale decirme quién tiene la puta bolsa si no te queres morir" me amenazó el chico principal que aún no alejaba su navaja de mí cuello. La gente gritaba alrededor. La atención había dejado de ser mia, solamente podían concentrarse en el grupo de chicas pegando al grupo de encapuchados, dejándose las uñas postizas en ello. Mientras gente valiente de la fiesta las defendían atacando también a estos.

Un golpe estalló detrás mío, de repente las manos del chico dejaron de estar alrededor de mí cuello. Una gota recorrió mí cuello, una pequeña raja antes de que el encapuchado cayera al suelo con la navaja en mano. Mis manos se habían llenado con pequeñas gotitas de sangre, miré al suelo y apenas podía ver con claridad más que pequeños trozos brillantes de botella de vidrio.

Tarde unos segundos en darme la vuelta, pero apenas lo hice tampoco pude disünguir el rostro de quien me había salvado. Simplemente noté como una mano se aproximó a la mia y comenzó a arrastrarme para salir corriendo de allí.





Look at me, pleaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora