Cuando las hermanas Valdés llegaron a casa, después de pasar la tarde en la pastelería, se fueron a descansar a sus respectivas habitaciones. Al menos eso intentó Juliana, la verdad es que su emoción no la dejaba, su corazón estaba demasiado enloquecido por las cosas que había vivido con la ojiazul. Un nuevo beso, la prueba de que los primeros fueron de su agrado, le dio la certeza de que ambas sentían lo mismo. Eso era muy lindo, por primera vez se sentía completa y decidida, no podía perder la oportunidad de tenerla en su vida porque sabía que no encontraría a nadie que despertara en ella esas cosas tan sublimes y profundas que ahora colmaban sus adentros y despertaban sensaciones desconocidas.
Las mariposas en su interior la hacían reír cual colegiala que empieza a descubrir la verdadera belleza del amor. Suspiros involuntarios se escapaban de ella y el hormigueo en su cuerpo le impedía conciliar el sueño. Se sentó en la cama y abrió su libro, pero tampoco se pudo concentrar en leer. Miró su móvil y decidió enviar un mensaje a la bella princesa culpable de su insomnio.
- Me gustó mucho nuestra cita de hoy, tanto que ahora no puedo ni dormir. Disculpas si te desperté – escribió poco antes de la medianoche, segundos después recibió su respuesta.
- Yo tampoco puedo dormir, quería estudiar y tampoco pude – respondió Valentina sonriente. Ambas estaban en sus respectivas camas, con sus corazones martillándoles el pecho debido a la emoción y el nerviosismo de saber que empezaban a confesar sus sentimientos poco a poco.
- Tengo sensaciones encontradas con ser el motivo de tu distracción, por un lado, es muy halagador lo que trae implícito, pero por el otro no me gustaría perjudicar tu desempeño académico – Juliana no podía abandonar del todo su postura de ser más adulta, la brecha de edad no era tan amplia, pero existía y ella, inconscientemente, no estaba dispuesta a pasarla por alto.
- Tranquila, no pasa nada, solo repasaba material del pasado ciclo para tener los conocimientos frescos en el siguiente. No es como si mañana tuviera un examen o algo así – a la ojiazul le enternecía sobre manera el imaginarse el ceño fruncido de la morena. Pensaba en que debía estar ajustando sus gafas nerviosamente.
- De todas formas, creo que es mejor dejarte concentrar, mañana hablamos un poco más. Dulces sueños, princesa – escribió y se sonrojó al enviarlo.
- Igual tú, descansa y sueña conmigo – pensó unos segundos en su respuesta.
- Desde el día en que te vi, te convertiste en el hada de mis sueños, vienes a visitarme cada noche y por eso en las mañanas ya no quiero despertar – Valentina se quedó sin palabras ante la bella declaración, así que solo suspiró, la pelinegra era esa persona especial que tanto había esperado. Esa que describían en las novelas de amor, era tierna, divertida a su particular manera, inteligente, respetuosa, hermosa, ingenua, con tantas cosas en común. "Ella es mi persona especial, mi para siempre" pensó mientras sonreía y dejaba su móvil sobre la mesita de noche.
Juliana por su parte tenía una mezcla de alegría y miedo, sabía que la castaña era la indicada y que al aceptar sus sentimientos vendrían cambios importantes. ¿Qué pensaría su familia? ¿Cómo reaccionarían sus padres al saber que le gustaban las chicas? Era una mujer adulta, pero no dejaba de afectarle el qué dirán o cómo las podría señalar la sociedad. Se puso de pie y caminó a la cocina para prepararse un té, necesitaba calmarse si quería conciliar el sueño y acallar sus miedos. Al llegar se sorprendió de ver a su hermana, sentada en una de las banquetas, tomando un poco de leche mientras hojeaba una revista.
- ¿Qué haces aquí? Pensé que ya estabas descansando – preguntó sorprendida.
- Te estaba esperando – respondió con una sonrisa - Sabía que no podrías dormir, te conozco como si te hubiera parido. Ven siéntate aquí, a mi lado, y como cuando éramos pequeñas toma mi leche caliente y mis galletas – ambas sonrieron. La morena se sentó justo donde le indicó su hermana – Cuéntame cómo te sientes.
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Miedo al Qué Dirán
FanfictionJuliana y Valentina se enamoran sin saber que en el siguiente semestre serán maestra y alumna. Qué pasará con este amor "imposible"?