Dylan se levantó e hizo lo que todos los días, las vacaciones terminaron ayer, asi que hoy sería un nuevo día en el aburrido Instituto Federick Garrison. Se vistió con una polera negra, pantalon oscuro y converse blancos, pensando seeiamente en quedarse todo el día en cama, aunque sabía que no sería así.
No era el típico chico antisocial, todo lo contrario tenía do mejores amigos: Stephen y Ryan. Ellos siempre estaban juntos y si alguno se metia en problemas los demás lo sacaban o se metian en el problema juntos. Y, aunque no eran los más populares del Instituto, todos les conocían.
Iba tarde así que decidió bajar a desayunar. En la cocina, como todos los días, se encontraba su madre.-Buenos días, cariño-le saludó-¿Cómo has amanecido?
Estaba cocinando huevos revueltos y Bacon. Olía estupendamente bien.-Bien mamá, gracias-al pasar por su lado le dio un sonoro beso en la mejilla derecha-¿Y papá?-tomo asiento en un taburete de la barra de la cocina
-Tuvo que salir temprano, tenía una junta muy importante
-Como siempre
-Dylan...
-Lo sé mamá, lo sé-la interrumpió antes de que empezara de nuevo sobre el tema de su padre y acabaran discutiendo-él trata de darnos siempre lo mejor-suspirando metió un bocado de Waffle a su boca para masticarlo lentamente
-Tu padre quiere lo mejor para ti, hijo-dio un suspiro cansado
-¿Lo mejor para mí?-resopló al desayuno-¿Y qué creé él que es lo mejor para mí?
La mirada de su madre era triste-Dylan, no seas tan injusto con él
Levantó la vista al oír aquello-¡¿Que no sea injusto con él?!-la rabia subía por su garganta-¡¿Es en serio, mamá?!
-No empecemos a discutir de nuevo, hijo
-Entonces no saques el tema-añadió rápidamente-ya que siempre termina en lo mismo
Cansada, Angelique soltó un suspiro y cambio su mirada. Siempre que quería evadir el tema lo hacía.
-No se te olvide pasar por tu primo Steph antes del Instituto, recuerda que su auto está descompuesto-le ordenó con una sonrisa que no le llegaba a los ojos
-Claro mamá, no te preocupes-soltó a regañadientes
Terminó de desayunar a mala gana, tomo la mochila y subió a su auto, no sin antes golpear el pequeño juguete que el hijo del vecino dejó en su yarda, y emprendió camino a la casa de Steph.
Cuando llegó dio un bocinazo para que supiera que ya estaba ahí, al cabo de unos minutos salió-Sí mamá... sí... yo también te quiero, nos vemos-cerró la puerta tras él y caminó hacia el auto. Subio a este e iba vestido con una polera negra y encima de esta una camisa amarilla a cuadros y mangas arremangadas, pantalones ajustados y converse negros.-Hey hermano...-saludo quitandose los risos de la cara y peinándose en el acto.
-Hey Steph-su tono aún era malhumorado
-¿Todo bien Dylan?-aventó su mochila al asiento trasero
-Lo de siempre
-¿Discutiste con tu madre de nuevo por tu padre?
-¿Es que acaso no puede darse cuenta?
-Tal vez no quiere hacerlo
Lo miró de reojo mientras doblaba en una calle. Al regresar a casa se diaculparía con su madre.
-¿Listo para un emocionante día en el Instituto Federick Garrison?-el sarcasmo se asomaba en su voz, cambiando de tema radicalmente
-Pfff Ni siquiera queria venir-la mirada de su primo antes de contestar fue conprensiva. ¡Demonios! Odiaba que la gente le mirara así-pero ya vez como es mi mamá con todo su rollo de que "el estudio es importante"-esto último lo dijo imitando la chillona voz de su tia Gloriete
-"Entiende hijo, es por tu bien"-dijo imitando la voz de su madre, a lo que ambos rieron
El camino se pasó rápido entre risas y comentarios, Steph no volvió a mencionar el tema, sabía que a Dylan no le gustaba hablar de ello.
Aparcaron cerca de la puerta principal, era temprano y había pocos autos en el estacionamiento. Al llegar a la entrada del Instituto se vieron a Ryan.-Hey...-dijo saludándolos-¿Listos para un increíble día?-dijo de lo más sarcástico
-Vete a la mierda Ray-exclamó el rubio-sabes que odiamos el Instituto-le dio un golpe en el hombro-y dime, ¿quién jodido en Manchester no lo odia?
Caminaron dentro del Insrituto riendo y comentando sobre sus vacaciones, Ray había salido del país por asuntos con su padre; y Steph había ido a visitar a su abuela paterna.
Estando en los casilleros Ray cerró el suyo de golpe. Ambos lo voltearon a ver.-¡¡Pero que idiotas somos!!-dijo golpeando su casillero
-¿A qué te refieres?
-La cabaña
-¡Es cierto!, lo olvidamos-dijeron al unísono Steph y Dylan
La cabaña estaba a mitad del bosque, íban ahí cada año al iniciar las clases. Era estúpido que se les hubiera olvidado.
-Tenemos que planearlo
-Será la próxima semana
Entraron al salón ya que les tocaba clase con el aburrido profesor Libnel Coopersmith, ése tipo en realidad les odiaba, siempre buscando algo en qué poder incriminarlos. Por suerte cuando entraron Libnel aún no lo hacía, tomaron asiento en su lugar preferido: atrás.
-Bien jóvenes-les saludo apenas entró al aula-creo que todos por aquí se conocen así que no veo el motivo por el cual desperdiciar una estupenda clase de Historia
Abucheos y quejidos se escucharon por todo el aula y treinta minutos después Libnel seguía dando su clase, Dylan se estaba durmiendo como de costumbre pero el Director Graind interrumpió mientras explicaba algo sobre Alejandro Magno ¿o era Napoleón Bonaparte?
-Lamento interrumpir profesor Coopersmith, pero desde ahora les informo que la señoriya Pharrel se integrará a este grupo-dijo indicándole con una mano a la joven de cabello rubio y ojos grises que entrara al aula-espero que la reciban bien y nada de bromas-dijo esto último mirando a los tres con advertencia-bien profesor no interrumpo más, gracias.
Al salir, el profesor Libnel le dijo a la chica que se presentara y por primera vez Dylan estuvo de acuerdo con él, tenía que saber más sobre aquella chica de ojos hermosos.
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Besos de Sangre
ParanormalEl amor es más fuerte que todo, esto no denigra pensamientos, creencias, limitaciones ni edad. Pero tras vivir 128 años creyendo que el amor es imposible y prohibido para ti, pierdes toda creencia en él, hasta que alguien inesper...