Mil cerraduras de acero

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No pude dejarte la puerta entreabierta,
Ya no podía hacerlo más,
Tenía que cuidarme a mi
Algo que llevaba tiempo sin hacer.

Pero debes saber algo, no fue tu culpa, nunca lo fue. Pero tú si hiciste que la prioridad fuera cuidarte a ti.

La culpa fue mía
Fue mi culpa no darme cuanta lo poco que te importaba, y sobre todo lo poco que me importa a mi misma

Pero entonces abrí lo ojos,
Me di cuanta de que yo era una prioridad,
No la tuya, pero si la mía.
Ahora cada día cuando me levanto me doy cuenta de que soy lo verdaderamente importante,
Que sin estar bien, no puedo lograr que nadie lo esté, y sobre todo que nadie me quiera como yo lo necesito.

Por eso ahora no te puedo dejar la puerta entre abierta, la tengo que cerrar.
Poner mil cerraduras de acero y tirar las llaves donde no las puedas encontrar.

Aunque siempre te vaya a querer. La puerta se cerró y perdiste todas las llaves.

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