Housemates ➳ CHANGLIX

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El domingo, Felix se escondió en su habitación la mayor parte del día, y sólo se aventuró a ir al baño un par de veces. Estaba sorprendido de lo miserable que se sentía. Trató de concentrarse en estudiar, pero estaba distraído, repasando las conversaciones que habían tenido esa mañana y preguntándose si Changbin hubiera querido seguir con esto, ¿habría dado más pelea?.
Por lo tanto, debe haber tomado la decisión correcta al ponerle fin. ¿Era mejor salir ahora, antes de que esa situación con Changbin se abriera paso a algo más profundo?

Finalmente, por la tarde no podía seguir escondiéndose debido al hambre, todavía vestía la ropa de ayer con el pelo saliendo en todas direcciones, pero no le importaba. Bajó a la cocina y se preparó algo de comida, un poco de ramen instantáneo era suficiente y se fue para la sala de estar, donde encontró a Changbin, Jisung y Bangchan jugando Call Of Duty.

Bangchan fue el único que lo saludó cuando lo vió llegar, inmediatamente Felix llevó su plato a la mesa de la ventana y se concentró en su comida para no tener que mirar a ninguno de ellos.

El ambiente en la habitación parecía normal. Changbin se notaba un poco más silencioso de lo habitual. Bangchan y Jisung hablaban mal el uno al otro constantemente, pero de vez en cuando Changbin intervenía, Felix deseaba saber qué demonios estaba pasando por su cabeza.

Se arriesgó a mirarle y su corazón se retorció al verlo. Como sí pudiera leer la mente de Changbin, este movió sus ojos para encontrarse con los suyos, cruzando su mirada por un momento, pero no resistió y fue el primero en apartar la mirada. Se obligó a sí mismo a meterse más comida en la boca, aunque apenas podía saborearla.

La semana siguiente fue lenta y solitaria para Felix. No estaba seguro de si estaba evitando a Changbin o Changbin lo estaba evitando a él, o tal vez un poco de ambos, pero el resultado fue el mismo. Apenas se veían a pesar de compartir casa y estar en el mismo rumbo.

Así que, aparte de correr hacia y desde la universidad con la cabeza gacha para protegerse de la lluvia y los vendavales, Felix pasaba la mayor parte del tiempo escondido en su habitación revolcándose en la autocompasión y escuchando el traqueo de las ventanas y la lluvia azotar contra ellas.

Se perdía en la lectura siempre que podía. El comenzó con el libro de Harry Potter; habían sido sus libros de comodidad desde que era niño. Tal vez le tomaría un par de semanas volver a leerlos todos.

Felix podía escapar de su horrible realidad durante unas horas, pero extrañaba a Changbin mucho más de lo que hubiera esperado. Había un enorme agujero en su corazón, y ni siquiera se había dado cuenta de que Changbin con su presencia lo había llenado hasta que, fuera lo que fuera, terminó. Ahora que ya no salían, se dió cuenta de cuánto tiempo habían pasado juntos. Estudiar por su cuenta era muy solitario, y las conferencias eran aburridas cuando no tenía a quien empujar y pasar notas. Incluso relajarse en casa era una mierda sin su compañía.

Extrañaba a Changbin tanto física como emocionalmente.

Soñaba con él de noche: con la fuerza de su cuerpo y la dulzura de sus manos, con la dulce de sus intensidad de sus besos.

Después, Felix se despertó con fuerza en la madrugada, con el pene adolorido tanto como el corazón. Su cabeza estaba llena de Changbin, y mientras yacía jadeando en la oscuridad después de llegar, se sintió vacío e insatisfecho.

El viernes después de que Felix cancelara las cosas con Changbin, estaba planeando intentar construir algunos puentes. Esperaba que los demás salieran, para poder pedirle a Changbin que vieran una película o jugaran Overwatch o algo así. Quería intentar algo nuevo entre ellos porque la incómoda evasión lo estaba haciendo miserable.