Todo parece derrumbarse a nuestro alrededor, pero tú eres la única luz que me mantiene en la línea.
Yo te doy todas mis estrellas como ofrenda mi querida reina.
Tu eres quien domina mi universo y cielo.
A quien le pertenecen todas mis estrellas...
" Tal vez no todo era lo que creíamos, la lucha por vencer a la eterna oscuridad nos dejará heridas y cicatrices imborrables y podría parecer que todo lo que vivimos hasta cierto punto es desafortunado. Pero entre toda la oscuridad que había a nuestro alrededor, tu siempre serás mi luz y la dueña de todas mis estrellas."
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Me levanté más temprano de lo normal hoy saldría de Canadá hacia Japón para poder reencontrarme con mis padres y hermana. Tome mis maletas una vez estuve lista para salir y me despedí de mi familia materna quienes me llevaron al aeropuerto, para a las 6 en punto poder tomar el primer vuelo que me llevaría al país de mi nacimiento.
— Gracias por todo, por sus cuidados, hospitalidad y cariño. Sin duda los voy a extrañar mucho.
— No es nada mi niña, aquí siempre vamos a estar para tí y tu familia —dijo mi tía mientras me abrazaba, de toda la familia de mi madre solo habían venido mi tía, la abuela y el abuelo; los demás se quedaron en la casa durmiendo debido a que aún era muy temprano para ellos—
— Te esperamos nuevamente aquí, pequeña, cuando quieras volver siempre tendrás las puertas abiertas de nuestra casa —mi abuelo me acaricio el cabello, la abuela más a la fuerza que por voluntad me palmeo el hombro manteniendo una distancia considerable de mi—
Debo de admitir que mi relación con mi abuela no era la más buena, es más creo que solo era más por política y por obligación que ella me consideraba "parte de su familia". Y de no ser por ella mi estancia en Canadá hubiera sido perfecta, pero no todo en la vida es miel sobre hojuelas y este es un tema sin relevancia.
Sin más di media vuelta y comencé a caminar, cuando ya había dado unos cuantos pasos me gire nuevamente a verlos y me despedí con una sonrisa llena de nostalgia para seguir mi camino a los detectores de metal y luego con la rigurosa inspección.
Al cabo de unos minutos que fueron eternos, me dejaron pasar y pude abordar el avión, uno que mi familia tenía reservado específicamente para nosotros, cosa a la que en un principio me había negado rotundamente pero era mi mejor opción para llegar rápidamente a Japón.
Me senté en uno de los 12 asientos disponibles, exactamente en uno a lado de una ventanilla, técnicamente el "avión" que abordé era un pequeño jet, no muy sencillo pero tampoco algo tan extravagante, mi familia dice que es lo menos que una princesa puede tener.
Princesa: El título que se me dió desde mi nacimiento, todo esto con una larga y muy aburrida explicación detrás que nadie quiere escuchar. Pero en pocas palabras me nombraron así debido a los antepasados de la familia Abe que son desendientes de la más antigua familia real, la única y predominante en la actualidad; siendo mi madre la actual Reina, debido a que mi abuela dejo el cargo el día que enfermo gravemente y creyó no librar la enfermedad que tenía en ese entonces, de la cual aún tiene secuelas.
