Todo parece derrumbarse a nuestro alrededor, pero tú eres la única luz que me mantiene en la línea.
Yo te doy todas mis estrellas como ofrenda mi querida reina.
Tu eres quien domina mi universo y cielo.
A quien le pertenecen todas mis estrellas...
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"Una vuelta al pasado"
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Pronto, sentimos el cansancio en nuestras piernas. Y en un par de minutos más llegamos de nuevo al río, aún nos perseguía aquel mamífero enorme y sin pensarlo dos veces decidimos saltar al agua.
Mala elección.
Aunque logramos evitar al oso al saltar Desafortunadamente, no tuvimos la buena suerte de caer en una parte tranquila del río y la corriente que había en esa parte era bastante fuerte por lo que no pudimos mantenernos nadando contra el agua por demasiado tiempo, a causa de esto la corriente nos termino arrastrando a una pequeña cascada de al menos 12 metros. Al caer, Alexander me jalo hacia el antes de que ambos nos golpearamos sobre una zona rocosa. Él recibió casi todo el daño por mi. Aún así, también quedé inconsciente a lo que yo atribuyo que fue a consecuencia del susto y el torbellino de emociones que sentí en aquel momento.
Al despertar, nos encontrábamos en la orilla de una pequeña laguna. Mi cabeza daba mil vueltas, tenía frío, las puntas de mis dedos se sentían entumecidas y se podía apreciar un leve color azul en ellas. A mí lado, estaba Alexander aún inconsciente, tenía múltiples raspones en todo el cuerpo, su brazo izquierdo tenía un enorme moretón y parecía haberse roto, no despertaba aún si le gritaba no se movía. No me di cuenta hasta mucho después, cuando lo gire en un intento de despertarlo del hilo de sangre que se deslizaba sobre las rocas, era la sangre de Alex.
Instantáneamente me altere, no sabía que hacer y desee con todas mis fuerzas no haberle dicho que entramos al río aquella tarde, no haber corrido y saltado hacía el río.
Cerré mis ojos con fuerza, sintiendo impotencia y frustración, mientras las lágrimas se deslizaban por mis mejillas. Solo podía pensar en volver a la casa familiar y que todo eso no hubiera pasado, que Alexander estuviera bien y que no hubiera pasado todo ese desastre. Recargue mi frente en su pecho mientras lloraba y coloque mi mano en la herida enorme que adornaba su tórax, se trataba de un corte diagonal que atravesaba de su hombro a sus costillas y el causante del riachuelo carmesí que se deslizaba en las piedras.
— Me gustaría poder sanarte así como en las películas de superhéroes que nos gustan, pero no puedo... Por favor, no me dejes sola Alex, tengo miedo.
Gracias a la adrenalina que sentí por el miedo, no me di cuenta de la herida que tenía en la mi mano. No era grave, pero si era un corte profundo que sangraba. A los segundos comencé a sentir una extraña calidez en la palma de mi mano y escuché que Alex se quejaba debajo de mi. Abrí mis ojos y lo mire conciente, su cara ya no tenía rasguños y su brazo parecía estar bien. Me quite de encima y quedé asombrada por lo que veía.
