« Introducción »

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No es necesario leerlo de nuevo si ya lo leíste, solo corregi algunas cosas de la caligrafía 





Después de la muerte del primer príncipe de Secramine, Ares, el emperador y la emperatriz decidieron proteger a su hija, la hermana melliza del fallecido  príncipe Ares, Stella De Secramine.

Por eso decidieron que ella debería de estar en su propio palacio el cual estaba un tanto alejado del palacio donde antes  ella vivía con su hermano, alejada del mundo y protegida de todos los males de este mundo cruel pero no todo sale como lo planeamos y eso lo saben a la perfección los padres de estos mellizos.

Ya que cuando el emperador estaba dejando a la princesa Stella unos hombres cubiertos de pies a cabeza atacaron el carruaje, el emperador le dijo a su única hija que se quedará dentro de el carruaje y que por nada del mundo saliera.

El emperador Jaider junto con sus caballeros empezaron una lucha contra esos misteriosos hombre, esos hombres usaban magia oscura para atacar a los caballeros y al emperador. El emperador Jaider estaba tan concentrado en la pelea que no se dió cuenta de que uno de esos hechiceros oscuros entró al carruaje y sacó a su hija, él solo escucho el grito de ayuda de su pequeña hija de no más de 6 años.

" PAPÁ"

Esas fue una de las últimas palabras que escuchó el emperador de su hija mayor, Stella.

Una pequeña Stella se encontraba en un gran salón, rodeada de símbolos extraños y velas, ella estaba tan asustada que no podía ni moverse, ni siquiera un pequeño ruido salía de la primera princesa de Secramine

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Una pequeña Stella se encontraba en un gran salón, rodeada de símbolos extraños y velas, ella estaba tan asustada que no podía ni moverse, ni siquiera un pequeño ruido salía de la primera princesa de Secramine.

- Pero quién diría que uno de los portadores de magia de luz más grande del imperio sería la pequeña princesa Stella- dijo un hombre con un tipo de túnica negra y con una capucha que cubría la mitad de su rostro- es lamentable que tengas que morir tan joven, pero tú muerte será una gran contribución para la causa de nuestro señor oscuro.

Stella no entendía nada de lo que había dicho el extraño y aterrador hombre, ella solo quería ir a casa con su madre y padre pero al parecer eso no pasaría. La pequeña niña estaba a nada de perder toda esperanza, sin embargo se escuchó un gran estruendo al otro lado de la puerta que daba la entrada al salón. Después de eso entró un joven con el mismo tipo de túnica que el hombre que le dijo todas esas cosas extrañas.

- Maestro el emperador nos encontró y está con un ejército a nada de llegar a el salón- dijo lo más rápido que puedo aquel joven.

- Bueno tendremos que darnos prisa- dijo el tipo de la capucha- trae mi libro lo más rápido que puedas- le dijo al joven el cual corrió a hacer lo que le había pedido su maestro.

El hombre de la túnica negra se quitó la capucha revelando así el su rostro en el cual se encontraba una gran cicatriz en medio de su cara.

- HERMANOS EL MOMENTO HA LLEGADO- gritó el extraño a todo pulmón, después de esas palabras en poco tiempo aparecieron muchos hombres y mujeres con la misma vestimenta que él, también apareció el joven con el libro de su maestro- hoy cumpliremos con la misión que nos a encomendado nuestro señor oscuro.

Después de esas palabras todas las personas que estaban ahí reunidas se juntaron en un tipo de círculo, en medio se encontraba Stella la cual lloraba inconsolable.

- Ο σκοτεινός μας άρχοντας παίρνει αυτόν τον χειριστή της φωτεινής μαγείας και τον μετατρέπει σε έναν από τους σκοτεινούς σου γιους- todos los presidentes dijieron esas palabras en una lengua desconocida para la niña.

Los símbolos extraños que se encontraban alrededor de Stella empezaron a brillar de un color morado oscuro, cuando la pequeña princesa dió como todo perdido, la imagen de su padre entrando en el salón junto con sus hombres apareció ante ella

Los soldados atacaban a todo al que veían y ni hablar del emperador, el estaba furioso, cómo se atrevían a intentar ofrecer a su hija como sacrificio para su Dios pagano.

El emperador Jaider estaba cerca de llegar a su hija y tomar su mano, algo se empiezo a abrir bajo de ella, ese algo era un portal el cuál crecía a una velocidad increíble.

A nada de tomar la pequeña mano de su hija el portal crece lo suficiente para que Stella caiga a el. Siendo así que lo último que vio el emperador Jaider de su precioso sol, fue el como su cara pasaba de una de felicidad a una cara de espanto y lo último que escucho de ella fue el grito desgarrador de su hija cayendo al portal .

𝕴𝖓𝖊𝖋𝖆𝖇𝖑𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora