CAPITULO 4| nada cambio.

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No estaba en el infierno, ese ya lo habia conocido con el 

P.O.V KEISY

Nada cambio y con esos me refiero a que una parte de mi, aún esperaba que esto hubiera sido un mal sueño y que despertaria creyendo que el estaba delante de mi, diciendo alguna cosa irónica.

No necesitas palabras ironicas, esto ya es irónico.

No pongo resistencia, el hombre detrás de mi, me coloca las esposas manteniendome inmóvil. Me pierdo en las paredes blancas que me rodean y siento ganas de reír. Si reír, porque realmente creo que ya ni siquiera me quedan lagrimas para llorar.

-oh, keisy. - el hombre delante de mi dice con tristeza sentándose en un escritorio. El cabello se me viene a la cara y apenas puedo darme cuenta de que se trata de brian -¿qué coño hicistes?- pregunta leve, mirándome.

Río - No eh echo nada, no se de que hablas - murmuró.

Brian niega con la cabeza. El policía que lo acompaña me mira con una especie de miedo, como si fuera a librarme en cualquier momento de esas estúpidas esposas, para matarlo.

-¿nada? Asesinaste a alguien...- me dice sin creérselo mientras niega con la cabeza lentamente.

Bajo con la cabeza, intentando sonreir. Me miro la ropa y veo la sangre en ella. Wow, ya veo porque desde que llegue aquí todos me miran como si fuera una asesina en serie.

Que más da. Que piensen, que lo hagan todo lo que quieran. Ya eso Me da igual, definitivamente ya no me interesaba lo que los demás creyeran, ellos siguen atrapados, ellos no lo entenderían.

-tambien pensaba Matarme, pero fui interrumpida ¿qué quieres que haga?- digo sonriendole con cinismo.

-quiero que me digas el porqué- pregunta.

-porque quise - hablo.

-mierda, dime la verdad- continúa con su maldito dolor de cabeza.

No contestó, solo sonrió. -deberias ser más amable - murmuró.

- keisy- continúa, serio.

Ruedo los ojos, lo observo sería y sólo hablo. -era cuestión de vida o muerte, brian. Lo amaba, lo hice por eso. - digo. -¿estoy loca? No lo sé, tampoco me interesa. Pero oye, ya no quiero perder más el tiempo con un imbécil como tu, ¿cuanto debo permanecer aquí? ¿20 años?, ¿40? Sólo dilo, entre mas mejor. - admito.

El me observa en silencio, me sonrie y asiente -llevatela - le dice al policía a su lado, quien me mira unos segundos tu luego me toma de una brazo para sacarme de alli.

No podía levantar mucho la cabeza para ver a los demás detenidos, no podía compararme con ellos porque ni siquiera los podía ver.

Pero había risas. Quizás me habia vuelto loca, quizás esas risas estaban en mi mente, pero sabía que existían, podía escucharlas.

Me falle, le falle a made, a Juan, a mi familia, a todos.

Tal vez el error estaba en pensar, maldita sea, siempre pensé todo, siempre viví gobernada por mi propia mente "y si hago esto.." no, es malo. "Y si intentó..." No va a funcionar.

Mierda. Estaba sola y no precisamente en mi habitación escribiendo o sobrepensando, literalmente sola en el mundo y no porque me hubieran abandonado, si no porque no quería a nadie a mi lado. Al carajo.

Siendo sincera, ya no estoy segura de que existan personas de buen corazón, personas que no quieran dañarme. Ya ni siquiera podía sentir la sangre corriendome por las venas.

•Más, Que Una Adicción•©[✅] #3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora