El gran momento había llegado, me levanté un poco tarde,pero es porque en verdad estaba recolectando energía , al estar preparada para el día , lo único que hice fue desayunar y regresar a mi habitación para volver a dormir un poco .
Desperté al escuchar que tocaban mi puerta , fue cuendo me di cuenta que debía darme prisa, ya iban a dar las cuatro de la tarde
— ¡Un momento!.- grité para seguir atandome los zapatos, cuando termine abrí la puerta , encontrándome con fushiguro .- Hola
— Te traje esto para que comas en el camino .- me entrego una bolsa .- Es momento de partir
— Pensé que sería más tarde .-sali de mi habitación y la cerré
— Va a ser así, solo que como se hace una hora de camino tenemos que partir antes .- nos dirigimos a las camionetas, en dónde ya estaban itadori, Nobara , gojo , maki y los demás
— Oigan .- hablé llamando la atención de todos en la camioneta.- Si algo me llega a pasar y tienen dudas de lo sucedido pueden ir a la que es mi casa .- saque unas llaves y se las entregué a gojo .- Se dirigen a mi habitación, mueven mi cama y en el piso abra un compartimento,ahí se encuentra el libro que habla de mi familia y de cosas indispensables ha y por cierto, si se quieren ir a quedar a mi casa , son bienvenidos.
— No digas esas cosas idiota .- dijo con la voz entrecortada Maki .- Mejor come ,le hice caso a maki y comencé a comer lo que me había dado Fushiguro, el camino era silencioso y lo sentía un poco tétrico , parecía que todos estaban concientes de lo que más adelante iba a suceder y no se porque carajos me estoy acordando de la última cena , era una clara referencia a qué eso mismo estaba haciendo yo , borre al instante ese pensamiento y comencé a cantar en una voz medio baja
—Soy la hija salvaje de mi madre El que corre descalzo maldiciendo piedras afiladas Soy la hija salvaje de mi madre no me cortare el pelo no voy a bajar la voz
El hijo de mi madre es un salvaje Ella busca sus presagios en los colores de las piedras En las caras de los gatos, en la caída de las plumas En el baile del fuego y la curva de los huesos viejos
Soy la hija salvaje de mi madre El que corre descalzo maldiciendo piedras afiladas
Cuando t/n comenzó a cantar , la melodía era atentamente escuchada por todos , incluso por Sukuna,trayendo consigo el recuerdo de cuando ella danzaba y cantaba esa misma canción alrededor de el. Cada momento que el paso con t/n eran inolvidables ,cuando la conoció el sabía que nunca se aburriría de estar a su lado , cada día que pasaban juntos eran diferentes y únicos ,desde que la maldición tenía en claro sus sentimientos por t/n , comenzó a comprender el sentimiento de amor , sabía perfectamente que podría despedazar más de medio mundo solo por ella , en conclusión, haría todo por ella. Cuando ella murió a manos de otros hechiceros, el los hizo pagar el precio de haberle quitado su mayor tesoro , pero no solo fue y los mato , los hizo querer morir , ya que lo que Sukuna les hacía era peor que la muerte.
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