El obsesivo shou sigue adelante

Capítulo 19

El fuego de carbón en el horno de cobre vacío era rojo brillante.

El emperador se quedó en silencio, mirando en silencio a su emperatriz.

Tan pronto como salió del pabellón cálido, entró en la habitación cálida donde ardía el dragón de tierra. En este momento, estaba parado frente a él, sus mejillas estaban enrojecidas por el calor y su cuello y clavícula también estaban cubiertas con una fina capa de polvo.

Toda la persona es clara y clara, como las uvas llenas de cristal colocadas en la copa de cristal, dulces y tentadoras.

Parece que es real.

Pero Yun Qingci, ¿cómo podría ser tan fácil bajar la guardia contra él y perdonarlo tan fácilmente?

Los ojos de Li Ying eran suaves y dijo: "¿En serio?"

"Por supuesto". Yun Qingci dijo solemnemente: "Realmente solo quiero verte". Los labios rojos se abrieron y cerraron, y todos sus pensamientos estaban enganchados.

Li Ying inconscientemente puso sus manos detrás de su espalda y se acercó a él con una respiración suave. Yun Qingci cooperó obedientemente, pero se apartó antes de ponérselo. Dio un paso atrás y caminó detrás de la pantalla, inclinando la cabeza y preguntándole: "¿Comiste antes de venir?"

Los ojos de Li Ying lo persiguieron y dijeron: "Si".

Yun Qingci se detuvo en la mesa. Li Ying se acercó, rozó la mesa con las yemas de los dedos, llegó a tocar sus dedos y se separaron al instante, Yun Qingci continuó retirándose alrededor de la mesa, sus ojos eran como agua y su tono estaba avergonzado: "En realidad, no está completamente bien".

Li Ying fue enganchado por él y lo siguió lentamente, "¿Qué quieres decir?"

Yun Qingci se dio la vuelta y llegó a la puerta de madera frente a la ventana. Su largo cabello esparcido sobre sus delgados hombros, bajó las pestañas y miró el juego de té sobre la mesa, como si estuviera hablando solo: "No me atrevo a decirlo".

Li Ying se paró detrás de él, desde este ángulo se puede ver claramente su esbeltez. El hueso del cuello y la mitad de la cara lateral delicada, y las pestañas largas y delicadas, cada vez que temblaban, flechaban su corazón por completo.

Li Ying no pudo evitar levantar la mano, rodeó su cintura y dijo con voz ronca: "Puedes decirlo".

Yun Qingci inclinó la cabeza y levantó la cara, los huesos del cuello inclinados hacia atrás para mostrar líneas claras y frágiles, pero su expresión era muy inocente: "Me temo que, si te lo digo, te vas a enojar".

Li Ying se inclinó cerca de la punta de su nariz, sus brazos procedieron a envolver completamente esa delgada cintura en sus brazos: "No me enojaré contigo".

Su respiración siempre fue con una leve moderación, pensó Yun Qingci. Después de pensarlo, mantuvo una distancia donde podía sentir la respiración del otro y preguntó: "Entonces, ¿puedes acompañarme fuera del palacio mañana?"

"Bien". La garganta de Li Ying parecía estar bloqueada por algo y mientras miraba los labios de Yun Qingci, la nuez de Adán rodó.

Yun Qingci se dio la vuelta en sus brazos, se rodeó el cuello con los brazos, pareció arrojarse a sus brazos, pero evitó el beso que estaba cerca.

Levantó los labios y dijo suavemente: "Entonces esta noche, Su Majestad se quedará aquí esta noche".

Li Ying cerró los ojos y dijo: "Si".

Se inclinó y abrazó a Yun Qingci, y caminó hacia la cama. El cuerpo de Yun Qingci quedó atrapado entre los suaves colchones y las rodillas de Li Ying presionaban contra su costado, acosándolo.