Jisung era solo un omega más, trabajando en un bar sirviendo tragos, todo muy normal. Hasta que por casualidades de la vida, conoce a los trillizos Bang.
Jisung jamás pensó que el sólo conocerlos lo llevaría a tener un gran cambio en su vida, un ca...
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Jisung suspiró contento después de una buena ducha, el celo había terminado después de tres agotadores días, había extrañado tanto a los hermanos Bang que incluso se había negado a hablarles por teléfono. El primer día todo estaba bien, parecía que iba a aguantar de manera tranquila, pero cuando escucho la voz preocupada de Chris a través del teléfono, supo que no podía tomar más llamadas de ellos porque en cualquier momento podría haber soltado un "los necesito alfas" y los trillizos no podrían resistir el llamado de su omega.
El único que se había acercado era Jeongin, le llevaba chocolates y le daba mimos para que el dolor pasara, incluso su abuela intentaba ayudarlo. Pero la verdad es que nadie hubiera podido ayudarlo más que sus alfas, pero era muy pronto y solo por eso no lo paso con ellos, hubiera sido irresponsable de su parte.
Gracias a Jeongin también supo que Bangchan no quería demandar a Jennie por abuso psicológico, porque simplemente el alfa no se sentía preparado para enfrentarla de esa manera y Jisung se sintió mal al saber que había tenido un pequeño ataque de pánico al imaginar verla de nuevo.
Todo estaba mejor de lo que esperaba, la demanda estaba en proceso y de eso se encargaban, tanto Minho como Hyunjin junto al abogado que habían contratado. No quería sonar como una mala persona, pero realmente esperaba que esa omega pasara un buen tiempo en la cárcel, tal vez de esa manera dejaría de hacer tanto daño o al menos eso es lo que Jisung esperaba.
Bajó a la cocina esperando encontrarse con su abuela cocinando, pero no. Se encontró con tres alfas sonrientes, cada uno haciendo algo diferente y esperándolo ansiosamente.
—¿No deberían estar en casa? —cuestionó curioso.
—Donde sea que esté nuestro omega es en donde estará nuestro hogar —explicó Christopher con facilidad y sus hermanos asintieron de acuerdo.
—Aún no he aceptado ser su omega —lo desafió.
—Entonces vamos a terminar de enamorarte —comentó Bangchan, aun un poco tímido.
—Bien, pero lo del psicólogo sigue en pie, de hecho, Jeongin me dijo que tiene un amigo que puede llevar nuestros casos —explicó Jisung sentándose en la mesa esperando la comida.
—Aún no estoy del todo de acuerdo —murmuró Christopher.
—¿Yo también? —cuestionó Chris inseguro.
—Sí, los cuatro —asintió Jisung.
—¿Por qué tú Jisung? Pareces tan fuerte y decidido ante nuestros ojos, no puedo entender porque quieres ir al psicólogo —cuestionó Chan sonrojándose al notar que había preguntado algo demasiado íntimo—. Lo siento, no era mi intención ser un metiche simplemente quería saber, no tienes que decir nada si no lo deseas.
—Alfas —los llamó Jisung cuando los tres estuvieron sentados—, hay algo que no les he contado y no es porque no les tenga confianza, yo quiero contarles, pero es difícil. Yo no soy tan fuerte como ustedes creen, todo lo que les he dicho son cosas que mis padres me dijeron y que mi abuela me repite. Jamás imagine que tendría tres alfas destinados, pero eso me alegra porque me hacen sentir protegido, desde que los conozco no he sentido la necesidad de ver sobre mi hombro esperando ver a algún alfa siguiéndome y también he dormido mejor que nunca, antes dormía muy poco y no era solo por el trabajo del bar —explicó con una sonrisa triste.
