꒰ ᗢ ꒱ parte uno

3.5K 333 43
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



─ ¡Quiero hijos, Deku!

Y así, sin más, azotó la puerta yéndose.

El Alfa peliverde suspiró. Sus pupilas de color esmeraldas observaron la puerta con el anhelo de abrirla e ir tras él, trás su omega, pero prefirió esperar un poco a que se tranquilizará.

Ellos estaban en una cena nocturna por su aniversario. Izuku había limpiado la casa, no quedó nada de rastro de polvo para que la pequeña nariz sensible de su pareja le hiciera estornudar. Quería pasar una velada romántica junto a su omega, pero nuevamente, entre su conversación, se había tocado el tema de los hijos.

Katsuki quería cachorros. Los bebés de Izuku.

Cada que salían a pasear juntos, a pesar del frío afuera, notaba la mirada soñadora de éste al ver a los pequeños niños correr en el parque. Bakugo estaba listo para dárselos.

Pero el rubio ceniza se había ido, avergonzado y enojado, de su hogar. Sentía las mejillas calientes y rojas, no se abrigo del todo bien, no pensó en lo frío que estaría afuera. Se detuvo justo en la esquina de la calle, abrazando su cuerpo para calentarse. Aún estaba nevando. La temperatura afuera por las noches seguía baja, los copos de nieve haciéndole compañía dejando un helado manto blanco en todo lo que tocaba.

Vio a una familia cruzar la calle, la pequeña niña le miró y saludó, Bakugo asintió con la cabeza en forma de saludo, siguió mirándolos hasta que perdió de vista al matrimonio con su risueña cachorra.

Suspiró. El peso de la situación cayendo en sus hombros.

Había metido la pata. Otra vez.

Primero, no logró evitar que su corazón y su lobo omega se emocionaran al ver la habitación con poca luz, la sutil decoración en la mesa, iluminando un pequeño espacio debido a las dos velas altas. Su Alfa le había ayudado a sacar su silla para sentarse, luego comieron un poco entre silencios y miradas brillosas, hasta que Deku empezó la conversación.

Todo estaba tan tranquilo, la gran mano había alcanzado a la pequeña sobre la mesa, incluso Bakugo había deslizado la punta de su zapato para alcanzar la pierna del hombre bajo de la mesa para tantear el terreno. Se miraron y sus aromas estaban tan bien juntos que la atmósfera no era sofocante ni mucho menos incorrecta.

Era perfecta para ambos.

Había distinguido el aroma extasiado del bobo de su Alfa, y entre ésta una esencia que por más que fuera pequeñita, motivó a Bakugo a actuar. Reunió fuerzas para hacerlo, mordió su labio inferior, se levantó de su asiento y se acercó al mayor. Lo tentó a ponerse de pie con una coqueta sonrisa, de ésas que sólo a él le salían al natural y que encendían al Alfa peliverde mucho más de lo que le sonrojaran.

Deku sonrió con un poco de nervios, a pesar de estar 4 años casados aún se ponía nervioso, aún así lo tomó de la cintura y la mejilla para besarlo. Su libido era adecuada para un omega gruñón y maravillado con lo lento y duro, y él era un alfa con mucha fuerza en sus piernas y brazos.

Su beso subía a ser pasional y más lento, saboreando el elixir del vino entre sus labios y juntando cada vez más sus cuerpos. Deku había colado su rodilla entre los muslos de Katsuki, quién al sentirlo cerca, jadeó gustoso entre sus bocas aún juntas y solo así, cruzó sus brazos detrás del cuello del mayor. Las manos grandes no se podían quedar quietas en el fino cuerpo del de menor estatura por ligeros centímetros, Deku podía seguir así porque el omega nunca le recriminaba sus caricias.

Pronto ambas erecciones empezaron a rozarse entre que ellos se movían a pesar de tener aún la ropa puesta. Katsuki gimió, alejando su rostro afiebrado, un fino hilo de saliva los unía hasta que Izuku empezaba a retroceder y llevarlo lejos de la cocina y más cerca de la habitación.

Pero Katsuki volvió a tocar el tema de los hijos y la familia. Izuku se había negado, no quería hacerlo sin condón aún. Nunca contaba la razón.

Mil y un cosas pasaban en la cabeza del rubio ceniza, ¿por qué no quería? Y se fue de ahí. De no hacerlo arruinaría más su velada.

Izuku pasó sus manos por su cabello para amarrarlo en una mini coleta baja pero ni así se controló sus rizos rebeldes y salió con un abrigo extra para Katsuki. Lo buscaría y traería a casa para hablar.

Su corazón estaba latiendo con frenesí mientras caminaba por las calles con nieve, notaba las parejas enamoradas, las familias y alguno que otro coches que se atrevía a ir sobre la carretera. Con sus largos dedos se cubrió la boca, exhalando aliento caliente y provocando vaho. Su lobo quería encontrar a su malcriado omega por haber salido así, sabía que a este no le agradaba el frío en su cuerpo por lo que se preocupó de que no estuviera bien arropado.

Hasta que, al cruzar con un lindo letrero, encontró aquello.

AdopNeko ❞

NOTA DE AUTOR :

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

NOTA DE AUTOR :

soy la autora original de "camada ", y esto es una adaptación propia, tenía que traerla a mi OTP (ʃƪ^3^)♡

espero que les guste la idea ♡
gracias por leer¡!

Camada [DekuBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora