cuatro

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Pasó casi una semana desde que Ámbar y Simón hablaron por la última vez. De hecho, desde la cena no hubo más miradas, más palabras o más peleas entre los dos. La mansión se quedó nuevamente tranquila. Y en realidad, se debe principalmente a que Ámbar apenas estaba presente en la mansión.

La chica estaba muy ocupada y tenía 1000 proyectos con Vidia. También quería organizar una fiesta muy pronto al Roller, un Open Music, y después de todo esto quería centrarse en el patinaje de nuevo. Pero la verdad es que estaba muy tapada de trabajo y no tenía tiempo para sus propias cosas. Ni siquiera salir con Emilia. Porque cuando no estaba trabajando en el Roller estaba estudiando. Era también la manera que encontró para no pensar en las cosas malas que podían estar pasando por su cabeza. O a veces practicó un poco de running a primera hora de la mañana para canalizar su energía.

Simón siguió en la universidad, trabajó y también se dedicó a sus pequeños proyectos. Con la banda no tardaron en presentarse a castings para participar en festivales. También los chicos querían hacer un video exclusivo para Ja-Jazmín y recuperar un poco de popularidad en los redes sociales.

Emma participaba en muchos ensayos de Simón y a veces incluso cantaba con la Roller Band para ayudarles. La inglesa parecía muy interesada en el mexicano. Nunca lo dijo explícitamente, pero su mirada, su lenguaje corporal, todas esas pequeñas cosas delataban su interés por él. Lamentablemente Simón estaba demasiado concentrado en su banda y sus estudios como para darse cuenta. O más bien, sospechaba que algo estaba pasando entre Emma y él pero no le prestó mucha atención. Delfina, en cambio, había claramente notado desde el primer día que algo estaba pasando.

El Roller 4:14 pm

"Bueno, Simón, vamos con un Do mayor sin pausa", dijo Matteo.
Simón asintió y siguieron interpretando con Pedro a la batería. Estaban trabajando en Nadie Como Tú. Emma hacía la segunda voz.

Delfina filmó todo el ensayo para dárselo a Pedro y que los chicos pudieran corregir errores y mejorar. La pausa de Simón y Pedro estaba a punto de terminar. Pronto tendrían que volver a trabajar en el bar por aún dos horas. Ámbar estaba en la parte de atrás de la sala y estaba trabajando. Tenía que terminar el inventario y también hacer las facturas del próximo evento y enviarlas a Vidia. Llevaba un casco puesto y estaba escuchando su propia playlist para poder concentrarse, ya que sabía que los chicos y Emma aprovecharían el escenario para trabajar la audición.

También Ámbar notó que Emma estaba muy cerca de Simón en los últimos días. Y aunque no quería sentir nada, eso la irritaba. Es cierto que no es asunto suya, pero a veces le gustaría meterla en un avión y mandarla de vuelta al otro lado del mundo. Au revoir, Adiós, chau.

Ámbar... Ámbar?

"Ámbar?! Me escuchas?"

"Qué?", la chica miró al frente mientras se quitaba el casco y vio a Pedro y, más atrás, a Simón apoyado en una mesa. "Qué te pasa?"

"Son las 4:30. Querés que sólo nos ocupemos del bar o hay algo que te gustaría que hiciéramos Simón y yo para ayudarte? Parece que tenés mucho trabajo y en este momento no hay muchos clientes", preguntó Pedro.

Ámbar realmente necesitaba ayuda. Eric ya estaba ordenando la pista de patinaje. Pero había que cambiar las cámaras de vigilancia y los manipuladores no iban a venir hasta la semana que viene. También necesitaba ayuda para retirar las pantallas de los "Red Sharks" y volver a poner un diseño más inclusivo que reflejara al Roller ahora que ya no hay un equipo oficial que representa el lugar. Ni siquiera hablemos de la parte administrativa. Ámbar sabía que hoy iba a tener que hacer muchas horas extras para terminar todo su trabajo, pero si había algo que Ámbar odiaba era pedir ayuda. Quería parecer fuerte frente a todos y para todo. Como siempre le enseñó Sharon.

TAKE ME - LLÉVAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora