Para los difuntos | REGAN

Capitulo 18 | ☯️

Rick miró el reloj al otro lado de la habitación, justo encima del escritorio de la recepcionista. Sus manos firmemente asentadas en su regazo estaban sudorosas a pesar del frío exterior, y podía escuchar su propio corazón latir en sus oídos al ritmo del reloj. Evitó el contacto visual con los demás en la sala de espera. Estaba cada vez más impaciente.

Justo cuando estaba listo para levantarse e irse, cambiando repentinamente de opinión sobre toda esta terrible experiencia, la puerta al final del pasillo se abrió y un hombre salió con una mujer con traje justo detrás de él. Ella le dio unas palmaditas en el hombro y le susurró palabras tranquilizadoras antes de decirle: "Espero verte la próxima semana".

Cuando el hombre se fue, la mujer lo siguió hasta que llegó al escritorio de la recepcionista y le quitó el portapapeles.

"¿Rick Grimes?"

Rick la miró, "Yo- Justo aquí".

Ella sonrió ampliamente, "Soy Yumiko. Si me sigue a mi oficina, podemos comenzar con su primera sesión".

Asintió vacilante y se puso de pie. Mantuvo un firme contacto visual, antes de girar sobre sus talones y caminar por el pasillo hacia la habitación que el hombre acababa de dejar. Cuando Rick entra, ella cierra la puerta detrás de él. Echó un buen vistazo a su alrededor, era muy... elegante, e incluso entonces esa palabra no parecía coincidir con lo que Rick vio.

La habitación tenía grandes ventanas arqueadas, con grandes cortinas de terciopelo ceñidas que bloqueaban la vista exterior, y un lado de la habitación estaba completamente cubierto desde el suelo hasta el techo con estanterías. Frente a las estanterías, estaba el escritorio de Yumiko. Era un escritorio rústico de madera oscura, con una simple lámpara de escritorio y una pila de más libros en la esquina del escritorio. Frente al escritorio, había dos sillas minimalistas oscuras, y luego un sofá inclinado a juego con una mesa de mármol se encontraba justo en el medio de la habitación entre las sillas y el sofá. Acogedor, pero intimidante. Sobre la mesa, había un juego de té, y Yumiko se acercó.

"¿Té?" Ella preguntó: "Tengo verde... gris conde, manzanilla, tu elección". Hizo un gesto hacia el divisor dorado que contenía todos los diferentes tipos de té.

"Soy más una persona de café". Respondió suavemente, y Yumiko se rió entre dientes y asintió.

"Como yo, pero la gente encuentra el té mucho más relajante". Ella ofrece: "Toma asiento, Rick".

Tragó saliva, nervioso, "¿Está bien si me quito el abrigo?"

"por supuesto." Ella asintió mientras tomaba asiento, señalando la percha junto a la puerta, donde Rick seguía parado desde que había entrado en la habitación. Se quitó el grueso abrigo y lo colgó antes de acercarse a las sillas. Tomó asiento y se movió un poco antes de encontrar una posición que lo hiciera más cómodo.

"Me gustaría que me contaras un poco sobre ti. Tengo tu expediente del hospital, pero prefiero conocerte de... ti".

Rick se lamió los labios, mirando hacia abajo a sus manos, "No sé qué decir".

Yumiko mantuvo su mirada en su rostro, "pasatiempos, familia, lo que sea".

Rick tiró de una puntada perdida en su manga, "...Yo eh..." Miró hacia otro lado, "lo siento, no estoy acostumbrado a hablar de... mí mismo. No con, eh, extraños, de todos modos.

Ella asintió con cuidado, "Lo entiendo mucho. Es incómodo abrirse a personas que apenas conoces, pero... así es como haces amigos, ¿verdad? Así es como llegas a conocer a esas personas".

Jugueteó con su bolígrafo y los ojos de Rick se posaron en él. Se lamió los labios agrietados, antes de suspirar y moverse de nuevo en la silla. Él la miró a los ojos y luego, antes de hablar, "Me mudé aquí desde Georgia. Le digo a la gente que vengo de Atlanta, aunque era el condado de King: está lo suficientemente cerca y hay demasiadas preguntas sobre el condado de King. Es un pueblo pequeño, de población pequeña".