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Su mero aliento sacudió sus pulmones, lastimó su pecho y jadeó por más aire desesperadamente. El mundo se estaba desdibujando en los bordes, y su visión rápidamente se volvió borrosa. Unas manos se posaron en su hombro, otra se presionó contra su pecho. Las lágrimas brotaron de sus ojos mientras luchaba por mirar hacia arriba, los oídos zumbaban tan fuerte que apenas podía oírla. Parecía aterrorizada y preocupada, y Rick se sintió patético por tener tal reacción ante algo tan simple.

La recepcionista entró en la habitación después de que Yumiko aparentemente le gritó, sosteniendo un vaso de agua y entregándoselo apresuradamente. Yumiko ayudó a Rick a beber de él y luego imitó dramáticamente la respiración para que pudiera seguir su patrón. Dejó el vaso y frotó una mano sobre el hombro de Rick. Dio un último suspiro, antes de calmarse lentamente y recuperarse.

"Gracias, Magna". Le dijo a la recepcionista, asintiendo, de lo cual Magna se fue. Miró a Rick de nuevo, "¿Estás bien? ¿Eso ha sucedido antes?

Rick cerró los ojos con fuerza y ​​asintió. Yumiko se quedó en silencio por un momento, "... ¿Con qué frecuencia sucede eso, Rick?"

Se humedeció los labios. —Y-yo no lo sé. Solo pasa."

Ella frunció los labios, "¿Estás tomando algún medicamento?"

"No."

"¿Sabes qué desencadena esos ataques?"

Rick se toma un momento, se aclara la garganta con sequedad y se frota las lágrimas de los ojos: "Por lo general... hablamos de... esto. Pensando en ella, a veces es algo pequeño.."

Yumiko frunce el ceño, "Rick, necesitamos establecer algunos límites. Tienes que entender que mi prioridad número uno es tu salud y seguridad. Si alguna vez te sientes incómodo con lo que estamos hablando, nervioso, sin importar cuán pequeño o grande sea, dime que no quieres discutirlo más".

Rick asiente, sollozando, y Yumiko se aleja y vuelve a tomar asiento.

"Sé que las cosas son difíciles. Pero a medida que llegue el momento en que estaré fuera por un tiempo durante las vacaciones... y es posible que no tengas a nadie con quien hablar, quiero que me llames". Empieza a escribir su número de teléfono en un papel borrador, "pero solo para emergencias, para cosas como... esa".

Ella se lo entrega a Rick, y él deja el papel en su palma ociosamente.

"Todavía nos quedan veinte minutos". Habló en voz baja, "pero si quieres dejar de hablar de... tu trastorno, podemos pasar a otro tema".

"De acuerdo." Dijo brevemente, avergonzado.

"¿Como están tus hijos?"

Rick huele de nuevo, "Bien. Judith está en la guardería. Voy a recogerla de camino a casa. Ella... se ha vuelto tan grande, ya sabes. Mira hacia otro lado, "Las cosas entre Carl y yo siguen siendo incómodas, pero no tan tensas como antes. Es un buen chico, y puedo decir que realmente quiere arreglar las cosas. Estoy orgulloso de él, realmente se ha tomado esto del trabajo con calma. Me dijo que no tengo que llevarlo en auto todo el tiempo, que él puede tomar el autobús o comenzar a tratar de obtener su propia licencia de conducir".

Yumiko asiente, "¿Tiene dieciséis años?"

Rick sonríe, "Sí. A veces me olvido de eso. Creció tan rápido. Desearía que Lori estuviera aquí para ver eso. Ella estaba... Ella habría estado orgullosa.

"ella lo haría."

"Ahí está... mi vecino, Negan, lo conozco desde hace un tiempo y". Se detiene en seco, "No lo sé. Tenemos algo, no sé si es, pero es algo. No se parece en nada a Lori, no se parece en nada a mí, pero...

Para los difuntos | REGANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora