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Estába Osamu tirado en su cómoda cama completamente dormido, la habitación estába a oscuras, el reloj marcaba las cinco y cincuenta y nueva de la mañana

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Estába Osamu tirado en su cómoda cama completamente dormido, la habitación estába a oscuras, el reloj marcaba las cinco y cincuenta y nueva de la mañana.
Resulta que la alarma de este sonaba exactamente a las seis de la mañana, y él debía estar en el estudio a las siete de la mañana y punto.

Sonó la alarma, la música del teléfono estába muy alta, tan alta que el castaño se levantó al instante de un salto.

Suspiro, apagó la alarma, tomó una toalla y corrió a bañarse, debía estar más presentable que nunca hoy, pues besaría por primera vez a su crush.

Resulta que en la escena debía verse en primer plano, a Chuya y a Dazai besándose, no un beso cualquiera, un beso apasionado, ya que los personajes de ambos solo eran compañeros sexuales.

Una vez bañado salió de la ducha, se cepillo los dientes, comenzó a secarse el cabello con la secadora y se echó unas cremas en el rostro.

Se miro al espejo y su mirada bajo a sus labios.

¿Y sí...?

Tomó un labial rosa y colocó un poco en sus labios para que se vieran más rosados y apetecibles.

Corrió hacia su habitación, tomó las prendas que había elegido un día antes para hoy, una camisa blanca con unos pantalones ajustados, se acomodó el pelo una vez más con sus manos, aplicó en los cabellos una crema que Ango le había recomendado.

Se miró al espejo grande que tenía frente suyo y lanzó un beso coqueto.
Y salió para tomar un taxi, paró el taxi  y se subió, estába muy ansioso, por fin probaría los labios de su crush de toda la vida.

Dazai no paraba de pensar que ese pelirrojo con ojos azules es un sueño.

Es tan perfecto que no puede ser real.
Una voz sexy, una mirada sexy, un cuerpo tan sexy, él era sexy con tan solo existir.

Recuerda que el primer día que comenzó a trabajar con él, ellos habían tenido una muy buena presentación, digamos que un buen comienzo. Y así debe ser ya que pasarán mucho tiempo juntos.

De tan sólo recordarlo sentía mariposas en el estómago.

—Tú debes ser Osamu Dazai ¿No?

—Así es, es un gusto conocerlo, y le pido una vez más por favor olvidemos la primera presentación que hemos tenido. Espero que no piense nada malo de mí, como también espero haberle causado una buena impresión.

—Mm, no voy a negar que tenía unas ganas increíbles de golpearte cuando soltaste ese comentario tan incómodo pero está bien, pasado pisado supongo, Dazai— este estába cruzado de piernas en el pequeño sofá en el que se encontraba sentado, el castaño se hallaba en el mismo sofá.

Ellos charlaban de temas variados pero Osamu no estaba tan concentrado   debido a la posición en la que se encontraba el pelirrojo, cruzado de piernas, con unos jeans negros y unas medias red debajo.

¿¡Que mierda le ví?! // SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora