—Bue-bueno, nada importante. Fotografías —me encogí de hombros.
—¿Las que tomaste ayer?
—Aiá.
—¡Quiero verlas! —exclamó entusiasmado.
Por instinto, sujeté con más fuerza el sobre entre mis manos, produciendo arrugas en el papel y haciéndolo crujir.
—Eh... no son muy buenas, Wonu —tartamudeé.
—¿Cómo no van a ser buenas? Eres un excelente fotógrafo. Anda, muéstramelas —insistió e intentó arrebatarme el sobre.
Lo llevé inmediatamente a mi espalda, resguardándolo. No entendía por qué me costaba demasiado enseñarle las fotos y decirle que el rostro de su novio se había fugado en algunas cuantas, ¿qué de malo había en eso si todo había sido un accidente? Y aunque no lo hubiera sido, sabía que Wonwoo podía entender el hecho de que hubiera querido fotografiarlo. El chico era apuesto.
Pero no podía.
Y no sabía por qué.
—Ah, mañana. Mañana te las muestro, hoy estoy muy cansado. Además, aún tengo que eliminar bastantes, hay muchas que no me gustan —me excusé.
—Hay algo ahí que no quieres que vea, ¿cierto? —adivinó, porque él me conocía muy bien.
El corazón me dio un brinco ansioso y las manos comenzaron a sudarme. La sensación desagradable de culpa me invadió con rapidez, me sentía como el delincuente cuando es interrogado por un delito, a punto de ser descubierto.
—Claro que hay, fotos horrendas que no merecen ser vistas. Dame un minuto, las ordeno y te las muestro, ¿está bien? —me escuché decir nervioso.
—Yo también quiero verlas —anunció Joshua, que en todo el rato sólo había estado pendiente de la plática entre Wonwoo y yo.
—Eh... sí. Denme un segundo, ya vengo —me escabullí hasta mi habitación y cerré la puerta tras de mí, sin esperar alguna respuesta.
Con las piernas cruzadas, me senté al centro de la cama y puse el sobre frente a mí. Lo observé un momento antes de volver a tomarlo para sacar las fotografías y, cuando finalmente deslicé las imágenes fuera, mis ojos viajaron de inmediato al rostro que las adornaba. Joshua era atractivo, pero su rostro ahí impreso parecía una obra de arte. Cada pequeño detalle de su rostro era hermoso de alguna manera.
Revisé todas las fotografías, una y otra vez.
—Maldición —farfullé.
De las diecisiete fotografías que había tomado, seis de ellas eran simples y, a comparación de las que tenían a Joshua en ellas, eran imágenes insulsas, sin ningún atractivo en particular. Junté las seis fotografías e hice un mohín, Wonwoo había notado el grosor del sobre y llevarle sólo seis fotos resultaba un poco ilógico.
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𝗘𝗹 𝗺𝗮𝗻𝘂𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗼 𝗽𝗿𝗼𝗵𝗶𝗯𝗶𝗱𝗼 キ 𝘫𝘪𝘩𝘢𝘯
Fanfiction"Falso y pérfido eran sinónimos de mi nombre. De todos los papeles que pude protagonizar, era dueño del único que todo el mundo en mi situación rechazaría. Lo peor era que esta no era una obra de teatro, cuyo objetivo es representar, actuar y fingir...