One Shots IttoRou | Genshin Impact

3. La cita ultra super mega secreta de Gorou

Los pétalos de cerezos caen sobre los empedrados caminos de la ciudad de Narukami. Para el joven General de Watatsumi, ese paisaje no es tan común de ver, con el rosa tintando los techos de las casas y el viento arrastrando hojas de todos los colores. Es una de las cosas que le gusta de Narukami, sobre todo si está junto a cierta persona.

Ese día llamó la atención más de lo que quería. No solo porque fue a Narukami por motivos personales y no por encargo de su Excelencia o algo relacionado con la Editorial Yae, ese día solo va a pasarla bien y por lo tanto no viste su armadura.

Hoy se puso sus mejores ropas y se perfumó al completo, y trató su cabello para que esté brillante y sedoso, pero teme que se ya despeinado en el trayecto en barco. Para su tranquilidad, solo tuvo que avisar que iría a atender asuntos personales y nadie en Watatsumi le cuestionó, aún no está listo para hablar de ello.

Y aunque no quiere pensar en ello, la Editorial Yae está cerca de ahí. Gorou está apoyado en la barda, cerca de las escaleras donde ha tenido encuentros aterradores con la mujer de orejas de zorro.

Pudo haber cambiado el punto de reunión, pero confió en que no es necesario. ¿Qué tan probable es que Yae Miko este justo el día de hoy en su editorial?

Gorou miró a sus alrededores, ansioso. Se acerca la hora de encuentro, aunque, conociendo a su pareja, va a llegar tarde. Imagina que está tan nervioso con él con su primera cita oficial. Su cola se sacude ávida entre sus piernas y mira hacia atrás de reojo por si él ya está llegando.

Y en esos pequeños vistazos a la ciudad, avistó a cierta mujer de pelo rosa salir de la Editorial Yae, que, por un segundo, hizo contacto visual con él.

Gorou sintió que el tiempo se detuvo a su alrededor, y una fría aura de la muerte lo rodea. Su cola se erizó y siente cada lento latido de su corazón advertirle que se prepare para la batalla. Cerró los ojos con fuerza y negó con la cabeza varias veces. Yae Miko no tendría por qué venir a molestarlo, de seguro ella tiene sus propios asuntos que atender.

Al escuchar el ruido de los tacones contra las escaleras, Gorou abrió los ojos en completa resignación. Si tiene suerte, ella solo andará de paso y no hará preguntas que no quiere contestar.

—Vaya, que sorpresa verte por aquí, Gorou.

Yae Miko se detuvo a su lado, analizándolo como un depredador a su presa. Ella es inteligente, y parecía relacionar cada detalle para llegar a una conclusión. Y por el brillo de sus ojos y su media sonrisa, parecía que ya sabía todo lo que está sucediendo.

—B-buenos días.

—¿Esperas a alguien?

Gorou negó rápido con la cabeza, tanto que se despeinó. Evitó el contacto visual y guardó sus palabras para que Yae Miko no logrará molestarlo está vez.

—¿No? ¿Entonces que haces aquí? Este no es el mejor lugar para pasar el rato, y veo que llevas mucho tiempo aquí. Los pétalos en tu cola y hombros te delatan.

Al instante, Gorou se sacudió los pétalos de cerezos de encima y se alisó la ropa, y se dio cuenta de que el suelo está cubierto de pétalos rosas excepto donde él está parado.

Gorou suspiró. Mentir demuestra que tiene algo que ocultar, y si bien perdió está batalla, aún no pierde la guerra.

—Si, estoy esperando a un amigo.

Yae Miko alzó las cejas ante la mención de ese "amigo". Gorou se golpeó mentalmente por no solo decir que espera a alguien.

—¿Por eso es la primera vez que te veo tan arreglado? Te ves muy bien.