EXTRA

729 80 79
                                    

Su mirada cayó por segunda vez en el sándwich que tenía en sus manos, Rosé había sido muy específica antes de ir al baño: o se comía el sándwich o ella misma se encargaba de llamar a sus padres a Tailandia. Y Lisa conocía muy bien a su mamá como para saber que ella sería capaz de tomar el primer vuelo a Seúl para darle el sermón de su vida.

Y lo último que necesitaba Lisa en esos momentos era tener a su madre histérica por su mala alimentación en las últimas horas.

Pero ¿cómo comer bien? Si literalmente el amor de su vida estaba dentro de un quirófano desde hacía quince horas, cuando habían prometido que máximo serían solo doce horas, sin duda algo se había complicado y sus nervios estaban por las nubes.

—Lisa, ¿sabías que no comer bien no te hace crecer grande y fuerte? —cuestionó el pequeño Kim, incluso él había notado que solo veía su comida— Jisoo siempre me lo aconseja.

Jisoo.

Escuchar aquel consejo seguido del nombre de su novia la hizo sonreír—. ¿Qué más te aconseja Jisoo?

—Que no debo responder una pregunta con otra pregunta —suspiró el niño, dando un sorbo a su jugo—, ¿acaso nunca te da consejos? ¿Qué hacen las novias entonces?

—¿Y qué hace un niño en un hospital? —respondió Rosé entre risas, sabía que Yoontae era muy curioso.

—También respondes preguntas con más preguntas —negó el menor—. Pero un niño aquí solo espera a ver a su hermana, ¡quiero enseñarle mi nuevo videojuego!

Aprovechando que su mejor amiga estaba entretenida hablando con el hermano de Jisoo, la tailandesa le dio una mordida disimulada a su sándwich, masticó rápido, tragó y le dio una mordida más evitando que Rosé viera que no había comido nada; sin embargo, Rosé sí lo había notado, pero al ver que comía "disimulada" solo sonrió y pretendió no notarlo continuando su charla con el menor.

—¿Familia de la señorita Kim Ji Soo?

Los presentes apenas escucharon eso, se pusieron de pie, siendo los padres, el hermanito y Lisa los únicos que se acercaron al médico, que no mostraba ninguna emoción en su rostro.

—¿Qué pasó con mi hija? ¿Salió todo bien? —interrogó rápidamente la señora Kim, agarrando con fuerza la mano de su esposo.

Los gestos del médico se suavizaron y sonrió—. Todo salió excelente, según los estudios, Jisoo recuperará su vista eventualmente.

La pelirroja sintió su alma volver a su cuerpo y un sinfín de emociones positivas la invadieron, quería verla ya mismo, necesitaba verla, abrazarla y besarla, organizar citas con ella, otro viaje a la isla de Jeju para admirar el mar juntas, ser incluso su profesora, explicarle cada color, número, letra. ¡Jisoo finalmente cumpliría su sueño de poder ver y ella sería capaz de acompañarla en cada uno de sus progresos!

—¿Podemos pasar a verla? —preguntó el señor Kim.

—Por supuesto, pero solo dos personas a la vez y sin menores, por protocolo.

Todos se voltearon a ver, Lisa quería verla, pero entendía que sus padres eran sus padres, así que no tendría problema en que ellos fueran primero, esperar un poco más no le haría daño.

Solo un asentimiento de todos basto para comprender quienes pasarían, así que los señores Kim desaparecieron por el pasillo siguiendo al doctor Hood.

—Así que dime —Lisa, con una enorme sonrisa de orilla a orilla, volteó a ver al dueño de esa voz—, ¿mi hermana te quiere mucho?

No pudo evitar soltar una pequeña risa—. Por supuesto, y yo a ella.

Stay || lisoo [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora