Capítulo 19.

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¿Acaso existía una prueba más clara que aquella?

Rosé había confirmado sus teorías al ver aquella escena, ese par de chicas se adoraba, desde lejos se podía apreciar. Y a ella solo le quedaba aceptarlo, a pesar de que su corazón se estuviera rompiendo poco a poco.

Como pudo, dio una sonrisa muy forzada para acercarse a sus dos amigas, metiendo sus manos a los bolsillos, con su corazón hecho un enredo.

Probablemente lo merezca por mi trato a Jennie, pensó,

Daba pasos lentos, la situación le incomodaba aunque tratara de encerrar su corazón cobarde. No hubo necesidad de esperar mucho tiempo, los grandes ojos de la pelirroja dieron con la delgada silueta de su mejor amiga, así que se separó lentamente de Jisoo, tomó sus lentes y se los puso con cuidado, sabía lo mucho que cuidaba que nadie la viera y ella respetaría que quisiera esperar hasta sentirse segura, seguridad que Lisa estaba dispuesta a lograr llenar.

Deslizó sus dedos lentamente por el brazo de la chica, hasta terminar entrelazando su mano con los de la contraria, le regaló una pequeña y dulce mirada, percatándose de que la pelinegra parecía más una adorable cereza que una persona.

Jisoo no entendía nada de lo que estaba pasando, pero algo tenía muy en claro: le encantaba sentir como un zoológico entero se movía por su estómago, mandándole kilos y kilos de felicidad.

No hacían falta palabras, de eso no tenía duda Rosé, sus acciones eran más que suficiente para dar a entender la gran cantidad de amor que desprendían, ¿cómo no lo había notado antes? Ellas dos tenían una gran química, y se veían tan bien juntas.

Más de lo que alguna vez ella llegaría a verse con Lisa.

Sí, le lastimaba en cierta medida esos sucesos, pero le llenaba más de satisfacción verlas felices.

—Rosie —sonrió ampliamente Lisa, con una actitud muy diferente a la de hace unos minutos, logró captar como Rosé sacaba de su bolsillo su teléfono, entonces recordó—, ¡claro! Lo olvidé en la cafetería.

—Correcto, Lalisa Distraída Manoban —soltó una pequeña risa, notando como la más baja se mantenía callada con sus mejillas rojas a más no poder, se veía tan tensa, tenía una ligera idea de a qué se podía deber eso—. Bueno, debo irme a clase de canto para sopranos, ¡adiós!

La mezcla de flores y rosas desapareció de su sentido del olfato, comprobando que la chica ya estaba a bastante distancia retirada de ellas, sin evitarlo, soltó el aire que estaba conteniendo en sus pulmones sin saberlo. Recordaba claramente que le había dicho que le ayudaría a ella con sus sentimientos hacia Lisa, y ahora estaba en esa situación, no podía evitar sentirse egoísta al pensar en que prefería mil veces a la tailandesa con ella. Se sentía muy mala persona, pero luego sentía, olía y percibía a Lisa y todo cambiaba, prefería ser una egoísta que recibiera el cariño que le estaba brindando.

Cuando pensaba más eso, llegaba a que era un efecto que la tailandesa lograba en ella, era como el efecto Lisa, al analizarlo mejor, soltó una risa por tan tonto nombre.

—Me gusta cómo te ríes —habló la dueña de sus pensamientos, tomándola por sorpresa, ya no quería sentir sus mejillas arder tanto—. ¡Tengo una idea! ¿Te parece si...?

—¡Pero si es nuestra gran amiga Lalisa Manoban! —de tan solo escuchar aquella fingida voz, torció los ojos, dándose media vuelta para hacer frente a Joohyun— A nosotros también nos da gusto verte.

Notó como Jaebum veía la escena con diversión a un par de pasos de ellas, Tzuyu trató de acercarse a la chica que estaba a sus espaldas, la pelirroja de inmediato la tomó del brazo con cuidado para alejarla de la morena, quién levanto una ceja de manera arrogante. Jisoo se mantenía serena, se sentía protegida por Lisa, por ello, llevó sus manos hasta uno de sus brazos, aferrándose a ella.

Stay || lisoo [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora