𖤐 ₊˚. ❱❱❱ CHOCOLATE & LETTERS
a remus lupin fanfiction !
˚ ༘ 💌📜🍫 hasta en los ojos más atormentados ella logró ver un paraíso de color . . . ❜
. . . si pudiera ver lo que veo, el esplendor
de la guerra en su rostr...
✶📜⋆｡˚ ⁞ CAPÍTULO TRES ˚.*ೃ donde remus lupin tiene una admiradora secreta ━━━━━━━━━━━━━━━
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La noche de Remus Lupin había sido la más dura en meses.
Desde que sus amigos lo comenzaron a acompañar en sus transformaciones en sus formas animagas, lograron que las noches que pasaba siendo un hombre lobo fueran menos lúgubres para él. Increíblemente la poca conciencia que le quedaba parecía reaccionar ante la presencia de los otros Merodeadores, haciendo que no se descontrolara. Pero esa noche aquello no fue suficiente.
Sólo tenía pequeñas recuerdos, flashes de una noche agitada que había dejado marcas en su piel y mente.
A diferencia del mes pasado, donde Sirius y James tuvieron la idea de sacarlo de la choza de los gritos para que se sintiera mucho más libre y no sé hiciera tanto daño, esta vez prefirieron acompañarlo dentro de las cuatro paredes. Tomaron esa decisión cuando a penas su mejor amigo se convirtió en un hombre lobo comenzó a golpear las paredes y a gruñir descontroladamente; no creyeron que fuera seguro sacar a Remus de la choza.
Lupin recordaba su dolorosa transformación y como sus amigos lo miraban con completo dolor en sus formas animagas. Tal vez no podía decirlo, pero en sus ojos había una desesperación que rara vez era vista en la cara de los bromistas.
Luego de ese recuerdo sólo habían destellos.
Él rasgando su piel.
Cornamenta evitando que se fuera de la choza.
Colagusano siendo bruscamente tirado contra una pared, prácticamente rebotando en el proceso.
Él gruñendo a sus amigos.
Canuto luchando con él para calmando.
Él mordiendo a canuto.
Lunático suspiró e hizo un pequeño gemido de dolor cuando intentó estirarse en la camilla de la enfermería, cerrando en el proceso aún más sus ojos que aún no se acostumbraban a la luz del lugar.
—¿Noche difícil? —la voz de Madame Pomfrey llegó a sus oídos como dagas, pero no por su dureza o tono. Lupin creía que hasta el susurro más dulce le rompería la cabeza esa mañana.
¿Era siquiera de mañana?
—Como todas —respondió él en un susurro audible.
—Tus heridas están mucho mejor que cuando llegaste —comentó la enfermera de Hogwarts acercándose a la camilla del estudiante de quinto año, mirándolo con una sonrisa lastimera—. Ya sabes que no van a cicatrizar por completo, pero al menos ya han comenzado a cerrar.
Lunático intentó darle una sonrisa tranquilizadora.
—¿Qué hora es? —murmuró, abriendo los ojos en el proceso, ya un poco más acostumbrado a la luz de la enfermería.
