chapter ten

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📜 ˚ CAPÍTULO DIEZ ˚.*ೃ
donde es época festiva, parte dos
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—A ver, quiero que me expliques nuevamente qué pasó —dijo Henry Fernsby con la boca llena de sopa mientras miraba a su hija, quien comía fideos instantáneos sentada en el suelo—, porque necesito imaginarme esto detalle a detalle

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—A ver, quiero que me expliques nuevamente qué pasó —dijo Henry Fernsby con la boca llena de sopa mientras miraba a su hija, quien comía fideos instantáneos sentada en el suelo—, porque necesito imaginarme esto detalle a detalle.

Isabella negó rápidamente.

—No, papá. Ya te dije que tuve que hacer de María en la obra de la iglesia, no necesitas saber nada más.

Winnona McAvoy, que se encontraba acostada en un pequeño sillón del departamento con la cara llena de salsa de tomate, levantó su mano.

—Tío Henry, está vez estoy con Bella. Creo que ya contamos la historia más de 3 veces desde que llegamos.

El Sr. Fernsby resopló.

—Esa es la única razón o es porque, oh, bueno —miró a la joven con completa diversión—, porque tuviste que hacer del burro.

Un gemido frustrado escapó de los labios de la rizada que hizo reír al mayor de la casa.

Las cosas habían sucedido así: Era 24 de diciembre del año 1975 y días previos a la fecha, Naomi Harrison, una niña de 10 años muggle y anglicana había enfermado, no de gravedad, pero ni siquiera se podía mover de la cama y el médico le dio reposo. Ella debía hacer de María en el espectáculo teatral de la iglesia local, organizada año tras año por un hombre agradable y con talento para las artes dramáticas: Owen Cox, un viejo actor de teatro que luego de jubilar se dedicó a tener un almacén y hacer obras de caridad.

Sí, la dramaturgia era hereditaria.

El abuelo Cox no quería dejar la obra de lado y mucho menos cancelarla, así que una noche en la que trataba de pensar quién podía reemplazar a Naomi, su cabeza se iluminó como si hubiesen encendido una ampolleta frente a sus ojos: Su nieta, Isabella.

La rubia había demostrado más que el talento suficiente para dedicarse a las artes escénicas. Desde pequeña muy histriónica, habladora, sociable y con una voz increíble. La niña había asistido a talleres de teatro y también participó en un musical exitoso de la localidad, pero todo eso se vio interrumpido por una carta de Hogwarts, en la cual confirmaban algo que ya todos sabían, que Bella era una bruja.

Eso no quito que ella dejara las artes de lado. Era bien sabido que Isabella era muy talentosa en esa rama, sabiendo actuar, cantar y escribir de una manera tan atrapante que en ocasiones Owen y Phoebe Cox le pedían que escribiera cuentos para entretenerse, cosa que ella hacía con mucho gusto. El 90% de las cartas que mandaba desde el colegio de magia y hechicería eran historias ficticias.

El abuelo Cox sabía que su nieta era la mejor opción para hacer de María, puesto que también había interpretado el mismo papel muchas veces en su infancia. Confiaba en ella no sólo porque tenía sangre Cox en sus venas, sino porque ya sabría que hacer y no se quedaría en blanco. Tenía más que claro que la niña era capaz de improvisar líneas coherentes si se le olvidaba algo.

chocolate & letters  ♡ remus lupin ❜ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora