Capítulo 2

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Es de noche, y tengo un sentimiento de nostalgia, en casa esta mi tía y también todos mis amigos ya no recuerdo sus voces, quizás ellos se olvidaron de mi, tome mi teléfono busque el perfil en instagram de mi ex mejor amiga que actualmente tiene una relación con el ex mi madre, y wow.

no puede ser. 

¡ELLA ESTA EMBARAZADA! ¿DEL EX DE MI MADRE?

Publico una foto de su ecografía y abajo la descripción dice "Te estamos esperando bebito hermoso"

No lo puedo creer, no solo se ligo al ex de mi madre la cual murió hace diez años sino que también ¿SE EMBARAZO?

Yo... necesito aire. Y a pesar de que son como las 3 de la madrugada ya que al día siguiente no tengo permitido ir al trabajo, salgo por la puerta del edificio y me dispongo a caminar. 

La ciudad tiene otro aspecto de noche, las personas se ven mas joviales, mas alegres e incluso mucho de lo que de día no es estéticamente lindo, con las luces de colores quedan mejor.

¿Qué hago ahora? no hay librerías nocturnas en esta parte de la ciudad, las cafeterías creo que no son una opción. Camine sin rumbo un largo trecho, me encontré con un callejón vacío así que supuse peligro y comencé a caminar mas rápido. Llegue a un video club, pensé que esas cosas no existían más, algunas luces estaban quemadas y otras funcionaban pero no eran blancas como debería sino amarillentas.

— Buenas noches morena - solto el chico del mostrador con un lijero acento brasilero.

— Hola... - respondí por lo bajo — solo estoy viendo -me excuse.

— Voce e uma minina muito atraente- dijo divertido con una voz algo rasposa como de fumador 

— Eh... - no sabia que responder

— Gustav llevo estos -se asomo una conocida voz por una de las góndolas, me examino y su rostro se ilumino con diversión — Lilah... - saludo de forma un poco lujuriosa colocando unas películas en el mostrador para que le cobraran

— ¿Voces se conocen? - pregunto el moreno del mostrador confundido y  molesto

— Si... - Fischer mordió su labio inferior, se dirigió a mi dirección, esta ves no tenia el uniforme de soldado sino una playera blanca y jeans me tomo por la cintura y dijo — esta señorita, estaba dudando en si acompañarme esta noche o no y dejo la invitación abierta, así que...  supongo que quiso sorprenderme ¿Nos vamos?- él me hizo una señal de "vamos" con la vista mientras sonreía.

Confundida y aturdida por haber entendido la señal, asentí y mire por encima del hombro de Fischer al chico del mostrador. 

Al salir de la tienda, Fischer me soltó la cintura, y sentí la fría brisa en mi espalda baja.

— Lilah, es tarde para que estés sola caminando por la ciudad- soltó Fischer de forma calmada

— ¿Quién dice que estoy sola?- pregunte poniéndome a la defensiva, nadie se preocupaba por mi en ese aspecto que lo hiciera un desconocido se sentía raro.

— Ay muñeca, las mujeres tienen un sexto sentido para saber cuando algo esta mal y los hombres un sexto sentido para saber cuando una chica esta sola. - explico 

apreté mis labios, y mire hacia el costado. No tenia el valor suficiente de verlo a los ojos. A la luz del día era imponente, no imagino de noche. Caminamos un rato y él suspiro — Preciosa, esto no cuenta como paseo, quería tener una agradable reuinión y tu presencia esta noche me...- hizo una pequeña pausa — Me gusta pero ¿Nadie te espera en casa?

— Si -respondí casi por impulso

— Bueno puedo acompañarte hasta tu casa si quieres, y... ¿Me acompañarías a un paseo mañana? Escuche que no trabajas ese día

— ¿Cómo lo...? no ... ya sé - suspire, supongo que Julian se encargo de que toda la cafetería sepa de mi suspensión — Emm... Estoy a unas manzanas de casa, asi que no se preocupe señor Fischer

— Por favor, dime Cesar, ya no estas en el trabajo.

— Cierto... Entonces señor Ce...- me vi interrumpida 

— Solo Cesar, como si fuéramos amigos.- me interrumpió él y por instinto mire su rostro y sus ojos se veían aun mas oscuros de noche pero con un brillo especial como si hubiera una lluvia de estrellas ahí dentro. Él sonrió y yo mire el suelo avergonzada

Es como si se hubiera preocupado por mi, se siente lindo que alguien se preocupe por mi de vez en cuando. Y... últimamente me he sentido sola 

— Cesar... mmm... - lo llame

— ¿Si muñeca?- pregunto muy natural

— Umm... Me ¿Me darías un abrazo?- pregunté

Fischer quedo en shock y empezó a reírse a carcajadas

— Yo... lo... Lo siento no quise incomodarte- solte rápidamente

— Claro... un abrazo- soltó en un suspiro me tomo con el brazo izquierdo por los hombros y me abrazo de costado. Se sintió horrible, se sintió forzado.

En ese momento un espíritu de valentía que no sabia que existía en mi dijo— ¡Eso no es un abrazo, quiero un abrazo en serio!

Entonces Fischer se acerco a mi oído y susurro  —No se a que se debe pero me parece que los meses que estuve fuera y no vi una mujer en tanto tiempo y vienes tú, muñeca con tal petición revolucionaste mis pantalones.

— Lo... entiendo - respondí entrecortado— A mi no me incomoda pero supongo que a ti sí, disculpa.

En ese momento me tomo por los hombros y me abrazo fuertemente.

Se sintió, posesivo.

Hasta ese momento, no sabia que había despertado una bestia.


Me despedí camine unas manzanas sola, y al entrar al edificio mi teléfono comenzó a sonar.

Ay no.

No, no , no ¡¡¡ Ahora no!!!

Me lleve ambas manos a la cara, conté hasta 3. y conteste.

— Buenos días Tía

— Veo que al menos sigues mis instrucciones de levantarte temprano

— Asi es.

— Asi que el libro que te envié, hizo que reflexionaras

—¿Libro?

— El club de las cinco de la mañana- dijo ella como si fuera algo obvio

Mire el reloj ¿YA SON LAS CINCO DE LA MAÑANA?



No creo en el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora