Prólogo › Come whit me.

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¡Ven conmigo!

De pronto quebranta el silencio.

Todo lo que su contrario puede ofrecerle es una mirada desconcertada, con los ojos ensanchados de la sorpresa, en estos mismos se ven reflejadas la esperanza, alegría, es todo lo que necesita para que la calidez se pose en su pecho y la misma sonrisa confianzuda con la que habló se agrande.

Pero, por breves instantes, aquella mirada flaquea por el miedo.

¿Ir a dónde?

Cuestiona, la desilusión vaga por su rosto, la amargura no hace nada más que alojarse en su garganta ante la realidad que quiere golpearlo.

¡A donde sea! No importa el lugar a donde vayamos mientras tú y yo estemos juntos.

Con determinación eleva la voz, elevando también su cuerpo hacía arriba parándose de donde estaba sentado en un acto de pura iniciativa. La emoción de contarle aquella idea tomándolo.

 Observa a su contrario, esperando a encontrarse con aquellos ojos que siempre lo siguen, esperando que en este momento no sean la excepción. Pero en cambio, se encuentra con una mirada confundida, ojos que ven a otro lado, indeciso y para nada convencido.

 No es para nada extraña su reacción. Un suspiro es arrebatado de sus pulmones por tal respuesta sin palabras, con los hombros caídos hacía abajo por el fracaso. MK es un tonto por creer que el chico a su costado se dejará convencer por unas cuantas palabras lanzadas al aire.

 Se sienta otra vez, a su lado, la comprensión se hace cargo de sus palabras tomando aquellas cálidas manos a su paso, tratando de llamar la atención de su contraparte, lamentablemente ni se estremece. Demasiado desconfiado, probablemente perdido en sus pensamientos.

 — Mira, sé que no tenemos a dónde ir, sé que esta idea es muy alocada, sé que no saldrá del todo bien pero… – Su agarre se hace más fuerte, siente la mirada del chico hacerse más hacia un lado, estremeciéndolo.

 — ¡Quiero estar contigo! Quiero intentarlo, quiero seguir a tu lado cueste lo que cueste, tu familia y la mía jamás lo permitirán, eso lo sé muy bien. – Su contraparte aún desvía la mirada.

 — Por eso mismo quisiera que confíes en mí… – Aún nada.

 Silencio.

 El silencio sepulcral que le da el otro solo consigue agobiarlo, nuevamente un suspiro casi resignado sale de sus fauces. Pero no, no se rendirá así de fácil, no con algo ‘alguien’ que no quiere dejar ir.

 En un acto casi desesperado, toma las mejillas del pelirrojo, obligándolo a mirarle. Su corazón se estruja al ver la expresión que mantiene el príncipe, el temor y la angustia esparcidas en aquel rostro tan hermoso.

 — Por favor, Red Son. Desde el día en que me di cuenta que estaba enamorado de ti, juré quedarme a tu lado. Déjame cumplir aquel juramento, déjame cumplir aquella promesa que nos hicimos en este mismo lugar ¿Recuerdas? – Su voz es una cosa suave, comprimida, llena de nostalgia por los recuerdos de una época más feliz, ya ahora hecha añicos por la miseria del presente y la incertidumbre del futuro.

 — Este es el mismo árbol de cerezos donde prometimos que nunca nos separaríamos. – Murmura, ahuecando entre sus manos el rostro afligido de su amor, quién, ante su tacto y la mención del pasado de aquel lejano pero vívido recuerdo, llama su atención, observándolo aún en silencio.

 Los recuerdos melancólicos lo arrasan como el crudo viento en una noche feroz de invierno.

 Volvamos a ser felices como en esos años, donde solo importábamos los dos…  –

 Siente la tristeza querer desbordarse de sus cuencas.

 Pero no la deja ir.

 Dejemos todo esto atrás. – Arranca dolorosamente sus extremidades de la faz ajena, impulsando su cuerpo hacía adelante para volver a pararse. Nota como la cabeza del chico baja lentamente, un semblante decaído.

 — Escapemos, vuelve a ser feliz a mi lado. – Extiende una mano enfrente, ofreciéndosela al opuesto.

Rápidamente este se estremece y observa primero la extremidad presentada, luego su rostro. Ahora que se da cuenta, los ojos de MK jamás dejaron de admirarlo con amor.

 Ven conmigo.

La última palabra la tiene Red Son.

673 palabras

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673 palabras.

Pensé que el prólogo ni iba a alcanzar las 100 palabras, me enorgullece mucho el resultado.

Un gusto por cierto, soy Chem o Juguito, bbote para los amigos 🤙

No soy un escritor novato, de hecho tengo un montón de historias en borradores en mis otras cuentas, lamentablemente siempre las termino cancelando y anulando su publicación porque siento que no son lo suficientemente buenas y así. En realidad me gustaría que esta historia sea la excepción ya que tengo una idea más o menos clara de lo que quiero hacer.

Necesito hacer más notas 😔

Por cierto, los siguientes capítulos serán una vista al pasado, me gusta muchísimo jugar con la angustia.

Aún no tengo una portada para esto.

Come With Me [SpicyNoodles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora