¿Ser Un Heroe?

Prólogo

Escuela Orudera.

Lugar donde van los estudiantes de secundaria, para ver qué van hacer en la vida cuando sean unas personas adultas.

Cómo doctores, policías, detectives, ingenieros, científicos, o Héroes. Si, como lo oyen "Héroes", un mundo dónde hay personas especiales con dones. Esta anomalía lo llaman Quirk.

En este mundo colorido, dónde está plagado de héroes salvando el día de los problemas, y los villanos que enfrentan, derrotando y mandando a la cárcel, lo de siempre.

Siendo admirados por aquellos jóvenes que quieren volverse unos Héroes también cuando crezcan, por eso deciden alistarse a la mejor escuela de Héroes de todo Japón, la U.A.

Que abrirá sus puertas este año tambien, para recibir a la nueva generación.

Sin embargo, no todo es felicidad, ni tan colorido como creen, como hay personas con Quirk, también están las que no hay, personas sin ningún tipo de don, no nacer con uno de ellos es ser odiado por la sociedad de ahora. Está podrida hasta la médula.

Yo Izuku Midoriya, soy uno de ellos, un maldito humano sin don, un Quirkless en pocas palabras.

"¡Oye, Deku!"

"¡Gwah!"

Siendo interrumpido entre los pensamientos de Izuku, cayó de cara al suelo. Debido a un joven peli cenizo que pateo su pupitre.

"...Kacchan..". Alzó la vista adolorido desde el suelo, se estaba sobando la nariz con la mano.

En su voz se notaba un poco de ira, una ira que lo tenía desde que eran niños, Kacchan o más conocido como Katsuki Bakugou, era amigo de la infancia de Izuku.

Desde que eran unos niños, cuando Bakugou se enteró que Izuku era un Quirkless le hizo la vida imposible, haciendole bullying toda la niñez.

"Oye, oye, mierdesilla, ¿Quien te dijo que me miraras con esos ojos?". Bakugou frunció el seño molesto.

Se acercó a Izuku y puso su pie encima de su cabeza. Obligando a Izuku bajar la cabeza con impotencia.

"Gahk". Los ojos le ardían de ira, apretando los dientes se aguanto, sabiendo lo que venía después.

"Creo que te mereces una paliza, ¿No crees, Deku?". Poniendo fuerza en su pie, aplastó un poco más su cabeza. Bakugou tenía una sonrisa desagradable en el rostro mientras hacia leves explosiones en sus manos.

"Oye, Katsuki, déjanos un poco, ¿No crees?"

"Cierto, cierto, no te quedes con la diversión tu solo"

Los compañeros de atrás que venían con Bakugou, siendo sus secuaces, soltaron risas desagradables acompañados con la misma sonrisa.

Izuku gimiendo de dolor por el dolor de cabeza, y más teniendo que soportar lo que venía después, no era algo nuevo después de todo.

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"Sigh... Estúpido Kacchan... Al menos podía contenerse un poco". Izuku suspirando adolorido y molesto, escupió un poco de sangre al suelo.

Tenía un montón de moretones en el rostro, el labio partido, su uniforme escolar estaba desordenado y sucio como si lo hubieran arrastrado como un perro. Estaba cargando su mochila tranquilamente de regreso a casa.

Ahora, ¿Que se supone que le diga a Okaa-san?. Pensó Izuku en alguna mentira para su madre.

Caminando por la calles de Musutafu un buen rato, había llegado a su departamento.