Capítulo 8

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Varias explosiónes se escucharon de repente.

"¡¡AAAAHHHH!!"

"¡KYAAA!"

Mujeres, niño, y los hombres, empezaron a gritar en pánico a la tremenda explosión que escucharon, las calles se habían vuelto un caos.

En la ciudad, un banco estaba medio destruido por la parte trasera, habían entrado un grupo de terroristas, burlando la seguridad con facilidad, y ahora se encontraban robando aquel lugar.

Mientras todo esto ocurría, los policías se habían estacionado cerca del incidente, en la entrada del banco, poniéndose detrás de sus puertas de los patrulleros, con un arma en la mano, apuntado hacia la dirección de la entrada del banco.

Los Héroes habían llegado unos segundos después. En especial una mujer morena con orejas de conejo, Ella era Mirko, una heroína del ranking N° 5, había llegado momentos justos, debido a que está era su zona.

"¡Miren, es la heroína Mirko! ¿Será que con ella aquí, podrá derrotar aquellos terroristas que están robando el banco, en estos momentos?". De repente hablo una reportera, mirando la situación.

Su posición se encontraba dentro de un helicóptero, mientras miraba todo a la distancia, con su camarógrafo al lado, tomando capturas.

"¡Heroína Mirko! ¡Que bueno que llegó!". Hablo un teniente de los policías mientras se acercaba.

"¿Hm? ¿Hay rehenes adentro?". Preguntó Mirko.

"No lo sabemos con exactitud aún". Dijo a lo que leía su informe.

"Tks... Que inútiles"

"Pero sabemos algo". El teniendo nuevamente habló con una expresión sería.

"¿Huh?". Mirko cruzadas de brazos, arqueo una ceja.

"Escuchamos de los trabajadores del banco, la mayoría de ellos habían salido, así que es muy posible, que no haya rehenes". Se había cruzado de brazos, mirando en la dirección del banco.

El teniente podría estar en lo cierto, pero a la vez no, aunque hayan salido la mayoría de las personas, aún había una persona en especial. Un joven peliverde, se encontraba amarrado de sus muñecas mientras que alguno de ellos apuntaba con su arma, para que no intentará nada.

Y yo que vine a retirar dinero, para mí madre. Pensó Izuku con una gota de sudor.

Ya no era sopresa, que se metiera en un lío, la mayoría del tiempo lo hizo, cuando empezó hacer misiones el solo. Claro sin que Rebecca se diera cuenta, no quería preocuparla, o que le dijera que lo iba acompañar. Las misiones que hacia ya eran aún más peligrosas si las comparaba con asesinatos, robos, o infiltración.

Izuku viendo cómo los demás terroristas golpeaban a uno que otras personas que no hacían caso. O en cualquier caso, varios de ellos con mochilas en la espalda, se adentraba a la zona que resguardaban todo el dinero del banco.

"Sigh... Oye, terrorista". Suspirando, llamo a uno de ellos.

"¡Cállate, mocoso!". Amenazó con su arma, apuntando a su cabeza.

"Te daré unos segundos para que me liberes y talvez, solo talvez, te perdone la vida, ¿Que te parece?". Izuku con los ojos cerrados, sonrió fingidamente.

"¡Te dije que te callaras...!".

El terrorista, ya molesto, iba a golpear a Izuku con la culata de su ametralladora, sin embargo, fue más rápido que el terrorista, apoyado en la columna, retrocedió sus piernas hacia su abdomen, agarrando impulso, para luego patear al terrorista, justo en el pecho, mandado a volar varios metros.

¿Ser Un Heroe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora