En algún lugar de las calles solitarias, era de noche, con una lluvia inmensa, Izuku junto a Rebecca, estaban caminado tranquilamente por separado, cada uno con una sombrilla en la mano.
Habían terminado de cumplir una misión juntos, desde entonces, Rebecca al darse cuenta de sus sentimientos hacia Izuku, trato de estar lo más cerca de el, haciendo misiones juntos o salir de vez en cuando.
"Oh... Un gato...". Rebecca dijo, deteniendo su paso, y mirando hacia otra dirección.
"¿Hm?". Izuku inclinando la cabeza.
Observando cómo Rebecca se acercaba lentamente al gato, estaba solo, en esta lluvia, bueno era un gato callejero después de todo. Era obvio que estuviera solo.
Izuku decidió acercarse un poco, pero manteniendo su distancia, sin embargo. No sé espero lo siguiente.
"Oye... ¿Estás solo?". Rebecca se agachó, mirando al gato.
"Miau..."
"Tomaré eso como un si... Hm... ¿Debería adoptarlo?". Inclinando su cabeza, se hizo esa pregunta.
"Miau". Se gato maullo acercándose a Rebecca. Apegando su cabeza a su pierna.
"Woah... Hmph..."
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Izuku abrió los ojos de par en par, se había llevado una sorpresa, observando a unos centímetros, como Rebecca sonreía naturalmente mientras acariciaba al gato callejero.
Es bellísima... Pensó Izuku, al ver tal sonrisa, no pudo evitar quedar cautivado por ella.
"Rebecca...". Dijo Izuku de repente, después de acercase lo suficiente.
"¿Hm? ¿Eh...?". Rebecca seguía con lo suyo, antes de sentir como dos manos pasaban por abajo de sus hombros.
Había sido Izuku, alzó a Rebecca que no sabía que expresión poner. Estaba en blanco.
"Sabes... Eres como un gato, fácil de cargar". De repente, hablo Izuku.
Haciendo reaccionar a Rebecca, pero al escuchar ese comentario, se molestó un poco.
"¿Haah? Me estás haciendo enojar, Izuku". Rebecca arrugando las cejas, se le hincho una vena.
Soltó una leve risa, Izuku tenía una sonrisa en su rostro, algo no muy común en el, pero Rebecca era única, podía hacerlo sonreir aunque el no quisiera.
"¡No te rías, imbécil! ¡Y bájame!". Grito molesta, no podía hacer nada en esta posición.
Sus pies no llegaban al suelo, sus manos ni llegaban a sus armas, en realidad, se sentía como un gato ahora mismo, cuando los cargaban, indefensa, humillada en cierto sentido, sin embargo...
"Tambien, eres dominante como uno, no te gusta que te digan las cosas que hacer, y aunque te molestes terminas aceptando, eres fuerte y independiente, tienes un carácter fuerte, aveces no te molestas por hacer las cosas por ti misma, aunque termines recibiendo ayuda al final. Y sobre todo hermosa, aunque te molestes por tu cuerpo pequeño, y aveces digas que estás en desarrollo todavía, a mi me gusta tal y cómo eres, aunque tú cuerpo creciera cómo prefieras, aún me seguirás gustando, eso no cambiará nada.... Todo sobre ti es hermoso, también fácil de acariciar...".
Izuku dijo, con cierta calidez y delicadeza bajo a Rebecca. Para luego dar palmaditas a su cabeza.
En el momento que sus pies llegaron al suelo, el rostro de Rebecca se enrojeció completamente al sentir la mano de su interés amoroso, pareciendo un tomate agacho la cabeza queriendo que no vea su sonrojo. Se sentía avergonzada, ¿Feliz? Nerviosa, un montón de sentimientos.
¿Que fue eso...? Todo esas palabras... Idiota... Pensó Rebecca con una expresión complicada en su rostro. Aún así disfrutaba de las palmaditas.
