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Al mediodía, el auto espacial se estaciona en frente de la villa de estilo europeo, un hombre alto camina hacia el ingreso donde un identificador inteligente escanea su rostro antes de cederle el ingreso, el mayordomo de la familia lo recibe detrás de la puerta doble tomando el ramo de rosas rubíes y la botella de vino mosqueta.

―No te hubieras molestado, hijo mío ―la señora Kim sonríe apareciendo por el portal que da al extenso jardín trasero.

―No es ninguna molestia, se lo aseguro ―contesta Jungkook caminando tras ella hacia el salón principal, una vez ahí, ambos toman asiento.

―Etta prende la chimenea y acondiciona la habitación ―ordena la fémina a la asistente virtual de la villa.

―Como desee ―dice una fina voz, casi como el canto de un pajarillo, antes de que el fuego empiece a arder y la temperatura se adecúe al pedido de la dueña de la casa.

― ¿Cómo están tus padres? ―pregunta la señora Kim volviendo su atención al pelinegro.

―Bastante bien, ambos le mandan saludos.

―Con la llegada de la última expedición del Planeta Madre, no pude hacer tiempo en mi agenda para visitarlos ya que el Ministerio de Cultura Interestelar es el encargado de catalogar todo lo que sea de interés.

―Ellos también están ocupados, si no fuera así, hubieran venido conmigo.

La conversación continúa con varias preguntas corteses, Jungkook no lo menciona en ningún momento, mas, no puede evitar notar la ausencia de su prometido.

― ¿Dónde está Taehyung, Etta? ―interroga Taeyeon luego de ver a su yerno buscarlo disimuladamente.

─El joven Taehyung está en la sala de proyección.

─Dile que Jungkook ya llegó.

─No lo interrumpa, señora Kim ─niega el de tatuajes pensando que no es necesario detener lo que sea que esté haciendo.

El mayordomo deja una charola con dos vasos mientras la dueña de casa bufa.

─Si no lo llamamos, él olvidará nuestra cita para almorzar, mucho más ahora que le traje un par de cosas nuevas.

─Está bien.

─ ¿Por qué no vas tú? La sala de proyección está en la puerta de la izquierda bajando las escaleras.

─No me parece que sea adecuado ─confiesa Jeon luego de sorber un poco de agua.

─Sólo falta un mes para la boda y unirán sus vidas...

El pelinegro accede ya que su futura suegra no se da por vencida, se acerca a la sala de proyección, deja que Etta lo anuncie y la puerta se abre para él un minuto después. Dentro, la oscuridad es total salvo por la pantalla en toda la pared contraria donde se reproduce una antigua película de terror del periodo en que los humanos todavía vivían en la tierra.

─ ¿Taehyung? ─llama ignorando la escena y los gritos que cien años después no asustan a casi nadie.

─ ¡Jungkook! ─chilla un chico de cabello gris en ondas aferrándose a su torso. El aroma que desprende su prometido lo envuelve.

─ ¿Puedes prender la luz y pausar la película, Etta? ─pide palmeando la espalda ajena.

─Prendiendo las luces ─indica la asistente, la luz blanca inunda cada rincón de inmediato.

Taehyung más calmado, suelta a su prometido, alza la cabeza encontrándose con la mirada contraria.

─ ¿Ya es mediodía? ─duda recordando la cita para almorzar que tenían.

CUSTOM - KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora