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Aunque Jungkook compró esos atrevidos disfraces imaginando cómo se vería Taehyung, no pensó tenerlo en su cama dispuesto a probárselos y a seducirlo como lo está haciendo, hay una mezcla de anticipación y nervios que espera, el peligris no note para no arruinar su imagen. Se lame los labios delineando la filosa punta del par de caninos que le crecieron mientras agarra el recipiente que su prometido toma con la mano en la que lleva el anillo de compromiso, no puede evitar acariciar la gema llamada "estrella del ocaso" recordando lo mucho que practicó para ponérsela elegantemente en la fiesta de compromiso.

─ ¿Lo llevas puesto cuando no estamos juntos? ─pregunta.

─Sí ─ contesta Kim pensando que ya no hay necesidad de mentir u ocultarse cosas─ ¿Pensaste que mi madre me obligaba a usarlo en nuestras reuniones?

─Tal vez... ─admite apenado.

─ ¿Qué hay de ti? ─duda tirando de las manos ajenas.

─Lo llevo siempre─sonríe dejando que las marquitas en sus ojos aparezcan y sus dientes le den una apariencia fresca y tierna, con un encanto diferente al que transmite con su barbilla afilada, su mirada seria, su cabello rebelde, sus tatuajes y sus músculos definidos.

─La estrella del ocaso se ve bien en tu dedo ─comenta el almibarado jugando con la gema, su índice sube por la palma caliente, por los tatuajes y las venas que sobresalen, pasa por el hombro, la hermosa clavícula, baja por medio de los pectorales y retoza entre los abdominales definidos casi perdiéndose en la liga de la ropa interior que es donde se detiene─ ¿Te probarás el traje que escogí para ti?

Mientras sus miradas se cruzan, el de hebras grises va a tomar al fin el líquido pero es detenido.

─Lo haré. ─Jeon lo toma nuevamente de la barbilla, se inclina rozando sus labios, tentando un beso que se materializa de forma salvaje. Los húmedos chasquidos resuenan compitiendo con el latir de sus corazones que se aceleran, mordisquea el belfo inferior haciendo que los colmillos lo dañen ligeramente sintiendo el sabor metálico de un par de gotas de sangre, su lengua barre el rastro rojizo antes de susurrar todavía en su boca─: lo siento.

─Está bien ─le resta importancia cerrando el espacio entre sus labios, tira de él haciendo que ambos caigan en la cama, siente el peso del cuerpo ajeno y el agarre de sus manos que van ganando territorio por debajo de su camisa, en la piel sensible a su disposición, por sus recónditas curvas y misteriosos senderos tentando el inicio de sus nalgas. Ambos pierden el aliento dejando un puente de plata como muestra del roce apasionado.

─No tomes el líquido simulador ─pide rozando sus frentes y la punta de sus narices.

 ─ ¿Por qué no? ─responde bajito, como si ambos estuvieran contándose cuitas a medianoche.

─Porque quiero tenerte así. ─Baja hacia el cuello donde reparte varios besos húmedos y mordisquea dejando un par de marcas rojizas─. Aunque admito que como un íncubo te verías realmente caliente.

─ ¿Ése es el traje que elegiste? ─Sus piernas son separadas por una contraria y ambas entrepiernas se rozan sobre las telas.

─Sólo quiero verte en el disfraz. ─Se endereza para deshacerse de la prenda superior del almibarado, sus músculos menos definidos muestran líneas más suaves pero igualmente masculinas y hermosas; Jungkook se abalanza sin espera hacia las clavículas, los pectorales y sobre todo hacia los tentadores botoncitos que sobresalen como frutos maduros, los lame, succiona y mordisquea sin descanso enviando extrañas sensaciones por todo el cuerpo que desea poseer; escucha, en la bruma de la excitación, a Taehyung gimotear arqueándose, siente sus dedos tirando de sus cabellos y sus piernas doblarse.

CUSTOM - KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora