Pokémon: La Gran Aventura - Pokemon

- 9 | Lucha Por El Dominio -

Lucha por el dominio

¿Así que crees que no puedes enfrentarme?
Debes estar loco...
No hay una sola cosa que hayas hecho
que me vaya a afectar.
Ah, pero si quieres ir,
solo quiero que sepas:

Sí, bájate de mi espalda
¡Y entra en mi juego!
¡Fuera de mi camino
y fuera de mi cerebro!
¡Fuera de mi vista
o hazlo lo mejor que puedas!
Creo que es hora de que enfrentes el hecho:
¡quítate de mi espalda!

Quítate de encima, Bryan Adams

El grupo caminaba pacíficamente por el camino que conducía a Ciudad Fucsia. Era un día tranquilo y soleado como el grupo siempre había conocido. Nada que presagiara el más mínimo desastre. Todos estaban en plena forma, todos estaban felices, sus Pokémon estaban bien... Lástima que Absol no se encuentra en Kanto, de lo contrario, el grupo habría sabido que este día pronto se convertiría en un infierno. Empezó por un terremoto. El temblor se había ido, Silver miró a su alrededor.

"¿Dónde está el Machamp practicando Seismic Toss?"

"Sonaba más como una explosión". comentó Misty.

El grupo siguió el sonido hasta llegar a un camino excavado en la montaña. Muchos troncos lo cruzaban, trayendo materiales a un sitio de construcción un poco más lejos. Por su forma, era una presa, y una grande. Plata frunció el ceño. Se volvió a escuchar una explosión y cayeron rocas. De repente, un baúl fue volcado por algo y se convirtió en un enorme accidente. El grupo se estremeció. De uno de los camiones salió un obrero de la construcción.

"¡Malditos sean los Diglett! ¡Es la tercera vez esta semana!"

El grupo se acercó a él.

"¿Estás bien?" Ash preguntó.

"¿Esto te parece bien?" El hombre replicó enojado. "¡Esos Diglett lo han vuelto a hacer! ¡Cada vez que quiero llevar materiales al sitio de construcción, se interponen en mi camino y destruyen el convoy! ¡Maldita sea! ¡A este ritmo, mi presa nunca estará terminada!"

Plata frunció el ceño.

"¿Diglett?"

Una pequeña cabeza marrón emergió repentinamente del suelo, seguida pronto por otras. Misty sonrió.

"¡Ellos son lindos!"

El trabajador se volvió hacia ella.

"¡¿LOS ENCUENTRAS LINDOS?! ¡Estas cosas son monstruos! ¡No podemos seguir trabajando con ellos alrededor! Tratamos de crear una división especial destinada a cuidarlos, pero fallaron. Así que decidimos llamar a los Entrenadores más fuertes de Kanto para deshacerse de ellos. Si tienen éxito, ganarán una semana gratis en el hotel más prestigioso de la Gran Presa Giva".

El grupo se miró unos a otros. ¿Por que no?

"Bien." Ash sonrió. "¡Estaban en!"

"¿En serio? Eres el primero en llegar. Te llamamos ayer..."

"No nos llamaste". Plata rectificada. "Pero puedo prometerte que Misty y Ash son fuertes por derecho propio, y no hablo de mi humildad. Entonces, aunque no solicitaste nuestra ayuda, estamos dispuestos a echarte una mano".

"¿Misty y Ash? ¿Fuertes? ¡No bromees!"

El grupo se congeló. Seguro como el mundo al revés, Gary estaba aquí en su auto deportivo rojo y su grupo de porristas. Detrás de él había varios autobuses. El niño sonrió.

"El mejor Entrenador de Kanto está aquí. Los demás están en el autobús".

Plata suspiró.

"Por supuesto, cuando se habla de Great Kanto Trainer, Gary tiene que ser parte del equipo y nunca Ash. Quienes establecen las calificaciones no saben lo que se pierden".