¿Donde acaba el camino?

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Un suave crujido de hojas...
Una mirada llena de lágrimas...
Un cielo grisáceo adornando un desolado paisaje.

Sus alas estaban rotas, llenas de una tibia sangre que emanaba sin piedad, solo pensaba en su final y que podría encontrar al cruzar ese túnel de luz.

Cuido de muchos pero nadie le cuido y eso le llenaba de angustia porque partía de un mundo en donde quizá nadie le recordaría porque así son los humanos.

Nunca les guardaría rencor pero si le daba pena ver sus esfuerzos caer como las gotas en una dulce lluvia.

L.P

Sendero Valle SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora