girlfriends?

Capítulo 7 | Dormir juntas 。

Nayeon y Mina se encontraban acostadas en la cama de dos plazas de la primera mencionada, y tal como lo prometió la azabache, Nayeon se encontraba recostada en su pecho, mientras que Mina la tenía rodeada con sus brazos, acariciando con una de sus manos la suave piel pálida del rostro de la castaña, apreciando las facciones tranquilas de esta, dándose cuenta de que ya había caído dormida cuando su respiración se había vuelto sumamente tranquila.

Eran alrededor de la 1 a.m, pero Mina no podía dormirse aún, no cuando tenía a la persona de la que estaba enamorada al lado suyo. De cierta forma siempre la tenía al lado, porque Nayeon era como un chicle que permanecía pegada a ella todo el tiempo, y eso le encantaba, demasiado. Se había vuelto una costumbre tenerla cerca de ella a toda hora, todo el tiempo, y de cierta forma le preocupaba, porque no quería depender de la castaña y tampoco quería que su bebé dependiera de ella.

No es como si fueran a separarse o algo así, no estaba en sus planes y tampoco iba a permitir que eso pasara, simplemente no quería que dependieran la una de la otra. Pero eso era imposible a esas alturas.

Sintió a Nayeon removerse sobre ella, buscando posicionarse más cómodamente. La manito de la castaña se posicionó en las clavículas de la mayor, cerca de su propio rostro. Adorable. Mientras que una de sus piernas se flexionó, pasando por encima de las piernas de Mina, quedando así casi totalmente encima de ella, casi.

Mina afianzó el agarre que tenía en la cintura de la menor y empezó a acariciar su espalda por debajo de su pijama, escuchando a la castañita ronronear entre sueños por los mimos que recibía.

"Eres tan hermosa, mi vida." Susurró Mina, mirando las facciones tan bonitas de su mejor amiga, dejándole un beso en la frente. Vio a Nayeon sonreír un poco entre sueños y balbucear, entonces, notó que la menor empezó a abrir sus párpados lentamente.

"Mimi..." llamó, aún algo adormitada. "¿Por qué no duermes, mhm?" Preguntó, removiéndose hasta quedar cara a cara con la azabache, aún sobre su pecho.

Mina no pudo evitar darle un besito en la frente, acariciando su mejilla con los nudillos.

"No tengo sueño, además, estaba admirando tu belleza." Admitió sin pena.

"Mhm..." sonrió la más pequeña. "Me gusta dormir así, Mimi. No tengo frío ahora." Se acurrucó nuevamente en la mayor, abrazándola en el proceso y dejando su cabecita relajada nuevamente en el pecho de Mina, dedicándose a hacer dibujos imaginarios en el abdomen de la azabache.

"Tampoco tengo frío." Murmuró la mayor, afianzando el agarre nuevamente que tenía en la espalda de la menor, apegándola más a ella. "Es porque estás conmigo." Sonrió. Nayeon sonrió de igual manera, observando a su propia mano trazar líneas invisibles.

"¿No puedes quedarte a vivir aquí conmigo?" Preguntó la castaña, puchereando.

"En dos años más, viviremos juntas." Recordó con una pequeña sonrisa, acariciando la cintura de su mejor amiga.

"¿Y dormiremos así?" Preguntó Nayeon, levantando la cabeza, mirando a la mayor expectante a su respuesta.

"Sí. Obviamente." Afirmó Mina, dejándole un besito en la nariz, haciendo sonreír a Nayeon, quien se recostó nuevamente después de eso, y ambas se dispusieron a dormir, abrazadas y calentitas, compartiendo la calidez de sus cuerpos al estar tan cerca de la otra.

Y es que ellas, aun así, no sabían que estaban actuando como pareja, y una muy adorable.