Desperté, lo único que pude visualizar era mi madre cogida de mi brazo izquierdo, mi brazo estaba envuelto en vendas blancas. Mi madre me miro, al mirarme fijamente pude contemplar como sus ojos se llenaban de lágrimas. En lo único que pude pensar fue en la noche anterior, ¿cómo fui capaz de haber hecho eso? ¿Por qué tenía que arruinar la vida de mis padres así? Yo en ese momento solo quería desaparecer, pero entonces llego lo que podía ser mi salvación.
-Buenos días, ¿Como has pasado la noche Chloe?- Dijo la psiquiatra.
-Bueno un poco mal, me duele mucho el brazo-
-Bueno, tranquila poco a poco el dolor ira reduciendo. He venido porque debo comentarles una cosa- Dijo la psiquiatra sentándose en una silla de color azul.
-¿Que ocurre?- Dijo mi madre para así acomodarse bien y dejar las lágrimas de lado.
-Chloe, ingresaras en el centro de salud mental en una semana, ósea, el 24 de este mes entraras-
Mi madre me miro y sonrió como nunca.
-Chloe, eso es una gran noticia- Exclamo mi madre
Y aquí es cuando empezamos otra vez. Noto como si mi mundo se parase, empiezo a ver todo borroso, me veo en 3ra persona. Comienzo a observar mis manos de cerca y cada vez las veo más diferentes a la última vez que las vi. Me voy de esta realidad.
ESTÁS LEYENDO
Somos instantes
Romance¿Qué harías si el amor de tu vida llega pero estas en un psiquiátrico? ¿Usarías la cabeza o el corazón?