Prólogo

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Paralizada, mareada, sin aire, apunto de desplomarme, ahí, en aquella bañera rojiza me encontraba yo. 

Escuche la voz de mi padre gritando, sin saber que hacer. Me cogió del brazo así tapando la hemorragia, me intento poner de pie pero yo estaba medio inconsciente, pues los cortes eran muy profundos y ya me había desangrado demasiado.

 Podría deciros que era demasiado tarde, pero os estaría mintiendo. Sigo viva por eso os estoy contando esto, igual creéis que estoy loca pero me da igual, ahora mismo que estoy en un puto psiquiátrico me da absolutamente igual. Debería de estar muerta pero desgraciadamente estoy aquí, contándoos mi humillante vida. En fin, ahora estoy en un centro de salud mental por intentar cortarme las venas. 

Somos instantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora