¡flechado! ─ kooktae au

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—¿Todo está bien? –Taehyung volteó a mirarlo con curiosidad, estaba apoyado en las barandillas del balcón del bar, con un vaso de vodka en la mano y su rostro siendo iluminado solo por los carteles de los locales frente a él.

Se encontraban en el segundo piso, por lo cual la música ya no era molestia al conversar.

—Sí, solo es Jimin –dijo Jungkook, chasqueando la lengua y guardó su teléfono en su bolsillo, regresando a poner su completa atención al castaño.—¿Entonces dices que tus padres no lo tomaron bien cuando les dijiste que te querías dedicar a las redes?

—En especial mi papá, no confiaba mucho en que me iría bien y bueno, no lo culpo.–siseó, bebiendo de su vaso con la mirada en frente.—Estoy seguro de ser su hijo menos favorito, considerando que las noticias más impactaste se las he ocasionado yo.

—¿Tan así? –preguntó Jungkook, quien miraba con interés su perfil.

—Bueno, primero le dije que no quería estudiar arquitectura, que era el sueño de su vida, pero no el mío en lo absoluto. –sacudió la cabeza, recodando las conversaciones con su papá acerca de su futuro.—Aceptó a regañadientes, pero luego vino la segunda bomba que fue el dedicarme por completo a las redes sociales. Me tuve que ir de su casa en ese momento.

—¿Te echó?

—No, pero era algo que debía hacer para probarle a mi mismo. Les costó adaptarse, sin embargo, cuando vieron que me iba bien, me dejaron ser. –se alzó de hombros, volteando a ver a Jungkook para continuar diciendo.—Y de las más icónicas, cuando se enteró de que me gustaban los chicos.

—Wow –expresó. —¿Cómo fue eso?

—No la quise complicar, solo me acerqué a él y le dije que estaba saliendo con un chico. Pensó haber escuchado mal, pero se lo confirmé llevando a la persona a una cena familiar.–una sonrisa se coló en el rostro de Taehyung, contagiando al azabache.—Si mi padre sigue vivo es porque no me ve a diario, te lo aseguro.

—¿Ahora lo acepta?

—Sí, él prefiere que sea gay que streamer, pero le tocó ambos al pobre. –comentó con gracia, haciendo a Jungkook reír antes de beber su propio vaso.

—Qué bendición.–sonrió con sarcasmo.

—¿Qué hay de ti? –cuestionó el castaño, girando solo la cabeza para observarlo.

—Yo no la tuve tan complicada.–se alzó de hombros.—Éramos solo yo y mi madre, así que cuando le dije que estaba interesado en dedicarme al mundo de las redes, ella aceptó siempre y cuando tenga un trabajo de medio tiempo para sustentar mis gastos, me fue bien y me pude independizar y darle un lugar más cómodo a ella para vivir.

—Todo un orgullo de hijo único, ya veo porque eres tan presumido. –rodó los ojos con una sonrisa y escuchó a Jungkook hacer un sonido contento, jactándose.

—Tampoco reaccionó mal cuando se enteró de que me gustaban los chicos, creo que en el fondo lo sabía y solo me abrazó. –soltó de repente y Taehyung tardó en responder.

—Juro que si no me lo decías creería que eras heterosexual. –bromeó y el azabache soltó súpito ofendido. Porque aunque no tenía idea de las preferencias de Jungkook, había hecho sus propias teorías en todas las horas hablando con él.

—¿Qué dices? A tu lado, en especial, soy la persona menos heterosexual del mundo.

—¿Si? –preguntó sonriendo, girando sus pies para quedar cara a cara del azabache.

—Yo tenía reales ganas de golpearte antes de ver tu cara, eras muy pesado, lo siento –aceptó, con la voz llena de un falso arrepentimiento.

—¿Ya no quieres golpearme? –jugueteó él, dando un paso más adelante cuando sintió a Jungkook acercarse más.

—No, a menos que te guste ese rollo. Eso ya lo hablaríamos en la situación. –insinuó, alzando ambas cejas y las mejillas traicioneras de Taehyung se ruborizaron.

—Qué atrevido –golpeó suavemente el pecho de Jungkook y el azabache tomó su muñeca, acercándolo.—¿Qué quieres hacerme ahora?

—¿Ahora mismo? –preguntó retóricamente, mirándolo a los ojos y luego de pies a cabeza. Haciendo del estado de Taehyung un desastre y antes de que poder siquiera quejarse, Jungkook respondió.—Besarte.

Jungkook lo tomó por sorpresa, sus grandes manos envolvieron su cintura y luego usó la otra para acariciar su nuca y acercarlo a su boca. Hizo lo posible para estabilizarse y corresponder a los movimientos del azabache, poniendo sus manos sobre la pequeña cintura de Jungkook y este tomó sus caderas para pegarlo sobre el barandal del balcón.

El beso había comenzado suave, tanto como para notar que los labios de Jungkook sabían a vodka y estaban fríos.

Al pasar de los segundos, Taehyung se dio cuenta de que Jungkook era de esos que les gustaba explorar cuando besaba. Primero unas pequeñas mordidas, luego el pelinegro pasó la lengua por sus labios, haciendo que abriera la boca por instinto, dándole cabida a sus lenguas a ser parte del beso.

Su espalda estaba prácticamente en el vacío, así que por su seguridad (y porque podía) sus manos subieron hasta el cuello de Jungkook, rodeándolo y acercándolo incluso más. Esto pareció haberle encantado al pelinegro, quien hizo un sonido satisfecho y pasó sus manos frías bajo la camiseta de Taehyung.

¿Han oído esa expresión de "estar en el cielo"? Bueno, Taehyung siempre creyó que era una patraña, una simple exageración cursi para los que no podían conformarse con decir que algo los hacían realmente feliz. ¿Cómo podía sentirse en el cielo si nunca estuvo allí?

Pero ahora, con los labios de Jungkook conociendo a los suyos y sus manos debajo de su ropa, Taehyung estaba completamente decidido a que si así se sentía el cielo y era real, él estaría dispuesto a ser un buen chico el resto de vida para ser compensando con algo como esto.

Pero nada podía salir perfecto, no en su vida, porque un sonido de sorpresa a lo lejos hizo que ambos labios cortaran conexión, mirando de inmediato hacia donde había salido.

Resultó ser Jin, que se había quedado perplejo y un poco apenado al encontrarse con dicha escena. Estaba a punto decir algo cuando a sus espaldas volvió a parecer alguien.

—¿Lo encontraste? –era Hoseok, quien primero vio a Jin y luego sus ojos siguieron la escena que lo había dejado sorprendido. Y podía haberle dicho que cualquier excusa a Hoseok, si no fuera porque Jungkook no se había movido y aún estaba acorralado en el barandal.—Oh.

—Me olvidé decirte que te estaban buscando.–Jungkook volvió para mirarlo, sonriendo como un niño travieso por haber olvidado decir algo como eso.

—¿Tú crees? –suspiró, poniendo una mano en el pecho de Jungkook para alejarlo, estaba muy cerca y no necesitaba que la escena se viera más comprometedora, si eso era posible.—¿Q-qué sucede, chicos? –preguntó, regresando a respirar su propio aire y arreglándose la ropa disimuladamente.

—Llamaron del departamento de Hobi, al parecer una de las tuberías se rompió. Debemos volver, aunque podemos arreglarnos solos, por si te quieres quedar. –SeokJin le hizo saber. Él tampoco tenía la intención de arruinarle la noche a su amigo con su ligue (o lo que sea que Jungkook y él eran) su cara de arrepentimiento era real, pero Taehyung negó de inmediato.

—N-no, yo me voy con ustedes. –se apresuró a decir él, sin mirar a Jungkook, quien se había apoyado en el barandal donde lo había besado, cruzándose de brazos.

—¿Seguro? Está bien, no es muy grave, creo –Hoseok se metió, intentando salvar la situación del castaño, pero este negó.—Bien, te esperamos afuera.

Taehyung los vio irse y tomó aire, antes de darse la vuelta y volver hacia donde estaba Jungkook, mirándolo.

—Debo irme. –dijo él y Jungkook asintió, acercándose solo un poco.

—Está bien, ¿quieres que les pida un taxi?

—No es necesario, Jin tiene su taxi de confianza, así que seguramente ya está viniendo por nosotros.

—Bueno –respondió él, haciendo que el cerebro tuviera un cortocircuito cuando tomó su barbilla y pasó sus dedos alrededor de su boca, con suavidad.—Te dejé algo de pintura–le sonrió, limpiando sus propios dedos en sus jeans.—¿Hablamos luego?

—S-si.