Why not?

Prólogo.

Levantó su cabeza de la almohada lentamente y vio la hora.
3:12 am.
Quién rayos piensa en mandar un mensaje a esta hora? ~ pensó.
Y por qué carajo se había levantado? Como si un maldito mensaje fuera más importante que su sueño. Soñaba tan bien.
Se removió entre las sabanas y llegó a su iPhone con dificultad.
La luz cegó sus ojos y los entrecerró. No miraba ni mierda.
Agarró sus anteojos y gruñó.
-Por qué me preocupo por esta mierda de mensaje hasta el punto de buscar mis anteojos? - habló con dificultad.
Gruñó y bramó un poco más y quitó la clave.
Abrió los mensajes, ajustándose los anteojos con su dedo pulgar, acomodándose en su almohada y abrazando la almohada con olor a Alana.
No tenía idea de cómo aún conservaba su olor pero no había querido lavarla. Amaba ese olor. Y siempre abrazaba la almohada, quien parecía ser su nuevo consuelo.
Cuando vio el nombre, su rostro se iluminó y una lenta sonrisa se formó en sus labios gruesos.

Alana: Estoy embarazada.

Qué es esto?
Abrió la boca ampliamente.
Qué es esto?
Maldición.
Estás jodidamente bromeando.
Mierda.
Qué rayos?
Qué clase de maldita broma era esa?
Su boca se abrió.
Estaba embarazada. Pero...
Y por qué le escribía a él el mensaje?
Oh.
Está embarazada con mi hijo~ pensó.
Sus ojos se abrieron ampliamente al mismo tiempo que se paralizaba.
Mierda.
Oh, joder.
Mierda.
Engendré a un bebé ~ pensó.
Un temblor recorrió su cuerpo, no sabía si de miedo o felicidad.
Se giró y vio a Elsa en la otra almohada, en la esquina.
Mierda.
Se acercó a ella y comenzó a empujarla.
Abrazó la almohada de Alana contra su pecho y luego la alejó de Elsa.
-Elsa, tienes que irte!
-Mm.
-Vete, joder. Vete de aquí.
Comenzó a empujarla y alejarla de él.
Ella lo vio con ojos suaves.
Mierda.
Había hecho un bebé.
Un bebecito!
Sonrió estúpidamente, con su sonrisa infantil.

::::::::::::

Voten y comenten qué creen que hará el imbécil. Jajaja
P.K Martínez.