Venecia
Theo bostezó y se estiró con pereza en el auto. Dore, que estaba durmiendo en sus pies, comenzó a patearlo, queriendo estirarse también. Theo le frunció el ceño y lo cargó con fuerza para luego posarlo sobre él.
-Estás tan gordo. - murmuró.
El perro le lamió el cuello, recostó su cabeza en su hombro y suspiró con pereza.
Theo lo observaba con cariño y él perro de cierta manera extraña... Como diciendo "ya sé que soy lindo y me amas"
-Vamos por Alana ahora?
Dore bostezó y volvió a recostar su cabeza en su hombro.
Dos semanas habían pasado desde que logró saber donde estaba Alana. Le quiso dar su espacio un tiempo. Pero logró intervenir en eso del dinero y todo. Ella no sabía. Según ella, era de parte de sus padres. No. Él lo había hecho. Dos días antes la había visto salir del supermercado con una blusa demasiado pegada a su cuerpo y con varias bolsas. Había estado a punto de ayudarla cuando un niño se le acercó y lo hizo. Dore no había podido contenerse y le había comenzado a ladrar con desesperación pero ella no lo reconoció.
-Vamos, gordo. - dijo Theo con un tono algo... Amoroso-Despectivo.
Dore bufó y se paró en su pecho con fuerza.
-Ah! Pero mira que perro eres.
Se levantó, se tronó el cuello y la espalda. Era simplemente horrible dormir en el auto. Hacía un frío...! Y peor con Dore ahí. Era un infierno. El perro quería siempre estar sobre él como si fuera un bebé aún. Ya no. Era enorme y pesado. Y babeaba. Pero de todas formas él se subió y Theo no logró moverlo hasta dos horas antes de despertarse.
-Vamos. Vamos por ella. Esta chica va a sacarnos las canas...
Dore bajó del auto corriendo a toda velocidad, Theo no logró verlo pero no se preocupó. Dore se cuidaba muy bien solo. Cuando ya estaba cerca de la pequeña y miserable casa de Alana, Dore lo alcanzó.
Se fijó en que la casa era demasiado pequeña pero no era demasiado fea.
-Mira. Ahí está tu mami.
-Guau!
-No. Ella no es tu novia, amigo. Lo siento. Ella está ya ocupada...
El chico que él había visto que ayudó a Alana en el supermercado se acercó a la puerta y tocó varias veces el timbre. Theo frunció el ceño y se fue acercando a la casa.
-Mira nada más. Qué enclenque...
-Alana!
-...y sabe su nombre el hijo de...
-Abre la puerta!
-...y le insiste! Como si tuviera el derecho de...
La puerta se abrió y Theo dejó de hablarle a su perro. Alana salió con el ceño fruncido y una mano en su vientre.
-Pero es mi hijo el que está ahí. No te creas tanto, niño. Mío.
Estaba tan cerca que estaba seguro que Alana lo miraría pero no.
-Dante! Hola. Me asustaste.
-Lo siento, cariño. Me dejas pasar?
-Sólo si aceptas ser mi Lavador de platos oficial.
-De acuerdo. Cuanto puede ensuciar una persona de todos modos?
-Somos dos.
En ese preciso momento, Dore pasó corriendo empujando al tal "Dante" y lanzándose sobre Alana. Alana cayó al suelo y Dore la atacó a lametazos, en toda la cara y cuando ya no hubo lugar donde lamer, comenzó a lamer su pecho y sus brazos.
-No!! Qué es esto!?
Alana se despegó y analizo al perro. Theo comenzaba a acercarse y ya estaba a sólo unos metros.
-Entra Dante. No puede ser que esté aquí...
Alana se paró con dificultad e hizo entrar a Dante. Dore no se separó de ella ni aunque ella lo empujara con el pie de una manera que parecía algo despectiva.
-No le hagas eso.
Ella saltó y se alejo de Dore, quien olfateaba sus pies desnudos. Theo tenía el ceño fruncido porque no le había gustado para nada la actitud de Alana hacia el perro.
-Por qué estás aquí?
-Por mi hijo. - respondió Theo lacónicamente y entró a la casa sin dirigirle la mirada. -Dore.
El perro lo siguió, sin dejar de ver a Alana y llamándola con lloriqueos lastimosos.
-Y quien carajo eres tú? - gruñó Theo al ver al "niño" en la cocina, lavando platos.
Se fijo en que un cuarto estaba siendo remodelado y la pintura que le estaban aplicando era color beige. Él hubiera preferido el color marfil.
Dante se dio la vuelta con una sonrisa que rápidamente se esfumó y lo evaluó con la mirada. Theo hizo lo mismo con un enorme ceño fruncido.
-Qué te pasa!? Por qué estás aquí!? No te pedí que vinieras.
-Quien es este imbécil!? - gruñó Theo
-No sabes si es un imbécil! - le gritó Alana.
-No lo soy! - se quejó Dante.
-Es un niño. - le replicó Theo a Alana, viéndola tan enojado que sus cejas se juntaban.
-De seguro soy mayor que tú, cara de nena. - dijo Dante, observándolo de arriba a abajo.
-Para ya, Theo. Vete de aquí.
Alana suspiró y puso una mano sobre su vientre.
-No.
Theo observó enojado cómo Alana ignoraba a Dore, que estaba lloriqueando sobre su pierna.
-Dore, ven aquí.
Se acostó en el sillón y encendió la televisión. No se iría ni a patadas. Estaba decidido a no moverse. Y no hablar hasta que El Niño se fuera.
-Quieres que lo saque?
Theo los ignoró.
-No. Está bien.
-Sabes que puedo hacerlo rápidamente.
-No se quiere ir.
Theo apretó los dientes. Odiaba que Alana sonara tan... En desacuerdo. No hacia ningún mal estando ahí sentado.
-No se trata de si quiere o no. Se trata de que es tu maldita casa y él está aquí como si fuera suya.
-No. Está bien. - no sonaba como si estuviera bien.
-Está bien. Lo sacaré porque yo quiero sacarlo...
Theo sintió cómo El Niño lo agarraba con fuerza por los hombros pero logró empujarlo y pararse.
-No! Vas a romper mi televisión!!
La televisión se cayó al suelo y, en efecto, se rompió.
-Qué jodidos te pasa? - le gruñó Theo, con unas ganas tremendas de estamparle los puños en la cara al niño pero conteniéndose para no romper otra cosa.
-Vete! Vete de aquí!! - Alana estampó sus brazos contra su pecho y lo empujó un poco.
Dore ladraba con fuerza y se interponía entre ambos, Dante y Theo.
-No. En serio crees que vas a sacarme de aquí sólo así...?
BAM!
Theo cerró los ojos y cayó al suelo.
Qué...?
BAM!
Otro fuerte golpe se le fue propinado y esta vez se golpeó la cabeza en el suelo. No miraba nada. En dónde estaban sus anteojos?
Lo levantaron por el cuello y trató de alejarse, pero le era imposible.
-Dante! Para! Yo puedo sacarlo, no lo golpees! Dante!
BAM!
Esta vez logró alejarse pero no lo suficiente.
Escupió un poco de sangre y entrecerró los ojos para poder enfocar. Logró enfocar el puño de Dante pero sólo unos segundos antes de que este volviera a estamparse en su mejilla izquierda. No se contuvo y se lanzó sobre él, cayeron al suelo y golpeó tantas veces podía contra su cara y su estómago.
-No! Para! Para!
Las delicadas manos de Alana estaban sobre él y eso fue lo que lo hizo parar. Había ganado muchos golpes pero los había devuelto. Sólo no quería lastimar a Alana.
Pero cuanto quería matar a ese imbécil, el cual se había parado y trataba de conseguir aire.
-Vete de aquí.
-Él me golpeó.
-No me importa. Vete.
-Alana, él me golpeó!
Ella cerró sus ojos y cuando los abrió estaban muy enojados.
-QUIERO QUE TE VAYAS!
-Alana...
Ella le propinó una fuerte cachetada justo en donde le dolía por los golpes de Dante. Abrió la boca y luego la cerro. Pero que injusto!! Él no había comenzado. No.
-Vete!
Agarró a Alana por los brazos pero ella se alejó como si le diera asco.
-Hey...
Los brazos de Dante lo sujetaron y comenzaron a alejarlo. Se sacudió y volvió al lado de Alana. Ella le volvió a dar otra cachetada pero esta vez lo hizo tan fuerte que hizo girar su cabeza.
-Yo no lo hice. - susurró él.
-Vete ya. No te quiero ni ver.
Tragó saliva.
Sentía algo en su pecho. Algo que no era un sentimiento agradable. Sentía algo como... como traición. Traición porque ella debía de estar de su lado. Y... Se sentía tan mal. No podía creer eso. No podía.
-No me veas así. Sólo vete.
-Dame mis anteojos.
Ella se los tendió y eso fue lo que le hizo enojar más. Qué ella ya tenía listas sus cosas? Tanto deseaba que se fuera?
Se los arrebató y silbó para llamar a su perro, el cual no se quería ir. Enojado por la traición de su amigo, comenzó a caminar. No podía dejar de tragar saliva.
-No. Vete de aquí. Vete, Dore.
Escuchaba los lloriqueos de su amigo cuando cruzó el callejón y se subió a su auto.
Lo encendió y salió de ahí sin mirar atrás.
![](https://img.wattpad.com/cover/39396023-288-k395375.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Why not?
RomanceLibro dos, Why? Por qué no volver a intentar? Por qué no poder arreglarlo todo de nuevo? Por qué no podría ganarse la confianza de nuevo? Por qué no revivir los sueños? Por qué no intentar resolver el por qué? Obra registrada en Safe Crearive bajo...