-¿"Protegerme"? -rio ante su propuesta.
-Si, sería bueno tanto para ti como para tu hermano -se acerca a mí y me mira fijamente -solamente tendrías que hacer algo a cambio -dijo mientras tomaba mi mentón.
Me apartó de sus manos y le miró seria.
-¿A...
Ha pasado una semana desde que inicie mi nuevo horario de trabajo.
—Te he dicho que no puedes tener esa clase de cercanía con los clientes —me tiró a la cama —¡Pero parece que estoy pintado para ti! —gritó molesto.
Y no puedo decir que los cosas van bien.
No he dormido más de 4 horas en estos últimos días. Llegó a las 5:00 a.m a casa y me levanto a las 8 debido a que debo de preparar el desayuno y la merienda de Inosuke.
—¡Pero yo no lo hice! ¡Él se acercó repentinamente y a los muchachos-!
—¡No quiero escuchar tus excusas!
Dio una cachetada en mi rostro y se subió encima de mí, estaba de verdad muy enojado y fuera de control, jamás lo había visto así...
Arrancó el poco de ropa que tenía puesta y amarró mis muñecas a la cama.
—Muzan-sama, por favor no...
Hizo caso omiso. Desabrochó sus pantalones y sacó su pene erecto, y sin piedad, me la introdujo con mucha fuerza logrando lastimarme.
Gemí de dolor debido a ello. Ni siquiera quiso prepararme como usualmente lo hacía, muy diferente a la otras veces. Y aún me preguntó ¿Por qué demonios esta tan molesto si él mismo vio que fue ese tipo quien había dado una cachetada a mi trasero?.
—¡Sabes muy bien que eres mía! ¡Maldita sea! —dijo mientras me embestia con fuerza.
Yo solo podía seguir gritando de dolor.
—¡P-Pare, por favor! ¡D-Duele! —suplique.
Sentí que mi interior en cualquier momento podía desgarrarse...
Sabía que él se deleitaba escuchando mis gritos de dolor, le causaba placer el simple hecho de saber que puede dominarme...
Yo solo me siento asustada...
Mire a la esquina de la habitación fijamente, tanto al punto de perderme en mis pensamientos. No podía sentir, escuchar o hacer nada... Solo mi mente y yo...
Me imaginaba en una realidad diferente, donde yo era libre. Donde solo era una chica normal, una joven adulta que solo cuidaba de su hermano, que hacía la comida y lo esperaba en el hogar, recibirlo con un abrazo, comer, hablar y sonreír juntos...
¿Era tanto lo que yo soñaba? ¿Era tanto lo que yo pedía?...
Pero por mucho que lo deseará, jamás iba a poder ser libre...
Sabía que algún día terminaría muerta en brazos de estos animales que no me ven más que como producto de mercancía que les hacía ganar dinero...
Solo deseo... poder ser libre...
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