Mi amada fenix

Parte 3

"Buenas tardes, Hino-san". 

Rei sonrió con su sonrisa más tentadora y Jadeite la combinaba perfectamente. Se emparejaban tan bien, dehecho, que ninguno estaba teniendo suerte al penetrar las defensas del otro. 

Al comienzo de la tarde ya estaban en un punto muerto y Jadeite decidió que era hora de recurrir al plan B. 

Mientras caminaban por los jardines del santuario, se aclaró la garganta cortésmente y dijo con todo el encantoque pudo reunir: 

"Hino-san, perdóname si esto parece atrevido, pero resulta que compré boletos para la próxima presentación deFidelio de Beethoven. Planeaba asistir con un amigo mío, pero desafortunadamente está ocupado el día encuestión. ¿Supongo que no debería pedirte que me acompañes en su lugar? Simplemente como un servicioamistoso, ya que seremos socios comerciales, en cierto sentido".

 Rei se enfureció por dentro ante el término 'socios comerciales', pero estaba cada vez más desesperada portener la oportunidad de descubrir a este confuso hombre que tan libremente donaba su dinero a su santuario. 

Lo suficientemente desesperado como para tener... una cita. 

 Por eso se encontró vestida con un vestido de seda ajustado a las curvas con un patrón de rosas chinas de rojosobre seda negra y un cuello mao. Sobre esto, usó un elegante abrigo negro y tacones negros, joyería rojasimple y maquillaje. 

Se miró en el espejo de su dormitorio, su habitación sin cambios desde la escuela secundaria, sencilla yelegante, característica de su estilo. 

Se alisó el pelo con nerviosismo. Ella nunca había tenido una cita real -

¡Esto no es una cita! Se recordó a sí misma, con severidad. 

Aun así, admitió, le había gustado el aspecto de Takanashi-san desde que se conocieron. Había pensado que eraun apego persistente por Kaidou-san lo que la hacía sentir así con un hombre que apenas conocía, pero se diocuenta de que simplemente encontraba algo muy atractivo en Takanashi-san. La sorprendió, porque nunca habíatenido una reacción similar con ningún hombre. 

Por eso tengo que tener especial cuidado con él. No debo ceder a mis sentimientos, son mera atracción física detodos modos. 

Sonrió con confianza y, al escuchar un golpe en la puerta de la sala principal del santuario, tomó su bolso y sedirigió a la puerta. 

Contuvo el aliento cuando Jadeite abrió la puerta, pero él no notó su reacción porque estaba demasiado absortoen la suya. 

Kami-sama , pensó. 

"¿Estás listo, Takanashi-san?"

 Su graciosa voz lo recordó a sí mismo y de inmediato se dio a sí mismo una severa sacudida mental. 

Contrólate a ti mismo . Gruñó. 

La ayudó a subir al auto y sintió un cosquilleo cuando le tocó la mano por primera vez. Lo ignoró rotundamente. 

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"Gracias por invitarme aquí", dijo Rei mientras se sentaban en sus asientos. 

"Por supuesto", respondió. 

"Por cierto, Hino-san", agregó, "¿tienes algún interés en la ópera?" 

"Nunca he estado en uno", admitió, "pero me encanta la buena música, y Beethoven es uno de mis compositoresclásicos favoritos". 

"Estoy tan contento de escucharlo, también amo a Beethoven". Se aventuró a hacer una breve descripción de latrama antes de que se levantara el telón.