1. Amigo

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Amigo ven te invito una copa.
(Ya no tomo, gracias)
No tomas, bien, te invito un café.
(Bueno)
Que quiero recordar la época loca,
De ayer cuando teníamos dieciséis.




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Dos chicos caminaban entre empujones y bromas, la acera era testigo de cómo la amistad tan sincera que había nacido en dos niños chillones se había convertido en una amor fraternal inmarcesible.

¿Cuántas veces habían regresado justos a casa? ¿Cuántas veces caminaron hacia el parque?

Durante dieciséis largos años, con el paso de las estaciones y aún con cambios climáticos, ambos amigos sonreían de manera sincera y amorosa.

—¿Qué crees que pasará este año? —Ambos caminaban hacia la preparatoria con sus uniformes bien planchados.

—No lo sé, papá dijo que este año impulsaron las becas para los niveles altos y muy posiblemente convivieremos con personas nuevas —Dijo el pelinegro mientras metía un mordisco de su manzana.

—Todos los años entran personas nuevas idiota —Dijo.

—Serás tú, me refiero a que este año podrán entrar a nuestro grado —aclaro el otro.

—Ahh, eso. Igual sigue sin importarme lo que pase —El pálido sacó de su mochila una barrita de chocolate.

—Y eso —Preguntó su amigo.

—Pará la Señorita Kim. Ya sabés, la bienvenida oficial al nuevo año escolar —Le resto importancia.

—Yoongi, si te metes en problemas de nuevo nadie te salvara de esta.

—Jungkook, sabemos de manera perfecta que tu padre no me dará castigo alguno, me ama —Expuso el pálido.

—Como sea, date prisa.

Ambos amigos aceleraron sus pasos y continuaron platicando, para Jungkook era muy gracioso ver cómo su amigo no abandonaba la vieja tradición de jugarle una broma a la maestra más gruñóna de la escuela, ambos inventaron esa tradición cuando eran unos mocosos pero sólo Yoongi la prácticaba hoy en día.

Sus bromas siempre eran pesadas y terminaban siendo pequeñas historias para las futuras generaciones.

Al llegar a la escuela observaron un túmulo de nuevos estudiantes, pasaron como si nada por en medio de todo el gentío, Yoongi sintió al instante una mirada clavada en su espalda pero le resto importancia.

Por su lado Jungkook se quedó perdido en los ojitos azules que miraban su dirección.

El pelinegro podía jurar que nunca había visto a alguien tan hermoso como el chico que estaba viendo en ese momento.

Dios, era tan angelical con su hermosa sonrisa y esos esponjoso labios.

—Vamos —Yoongi le halo el brazo y camino directo con la señorita Kim —Señora Kim, espero que tengamos un excelente año escolar.

La maestra tomó la barra de chocolate que su alumno le extendía y le sonrió.

—Muchas gracias Yoongi, eres muy amable.

—No tiene que decirlo y por favor —señaló la barra de chocolate —Disfrutela.

Sonriendo de manera cínica, el rebelde peligris se alejo de la maestra llevando consigo a un muy embobado Jungkook.

—¿Qué diablos te pasa, Kook?

—Nada —Dijo.

No le diría a su amigo que sintió algo extraño en su pecho al ver un hermoso chico de ojos azules.

—Bien —Algo inseguro Yoongi movió a su amigo de lado a lado, revisando si todo estaba en orden y no existía rasguño alguno.

—Ya déjame —Le dio un manotazo.

El pálido acarició sus manos y negó.

El timbre anunció el inicio de clases, dejando en el olvido todo caminaron juntos entre empujones a su salón correspondiente.

Primero entró Yoongi sacando suspiros de todas las chicas y donceles dentro del salón, luego ingreso Jungkook también causando las mismas reacciones en las chicas y chicos.

Tomaron asiento justo cuando la maestra ingresó, Jungkook escucho una risita y miró a su amigo, ambos compartían banco, Yoongi sólo le respondia alzando los hombros.

—Atención Jóvenes, aparte de darles un curso este año también seré su maestra guía.

Todos bufaron, la señorita Kim era muy buena pero muy estricta, la clase de historia que ella impartía la usaban para dormir y ahora tendrían que soportarla como maestra guía.

La o el maestro guía era quien se encargaba de cordinar el salón en cuanto a actividades extracurriculares se refería, sí, ya se veían aburridos lo que durará el año.

—Antes de cordinar el baile de bienvenida, Park presentate.

La puerta fue abierta y por ella entró un joven de piel clara, mejillas esponjosas, cabellos rubios y ojos azules, todos dentro quedaron boquiabiertos al admirar la belleza de chico.

—Mucho gusto, soy Park Jimin —El rubio hizo una reverencia —. Por favor cuiden de mi.

—Puedes tomar asiento frente a Jeon y Min —Ambos amigos levantaron sus manos para indicarle al rubio donde sentarse.

Jimin camino rápido y tomó su lugar murmurando un sueve “gracias”, al escuchar su voz ambos chicos quedaron embobados con lo suave y melódica que sonó.

Yoongi era un tipo algo serio y en ocasiones frío, sin embargo al ver al tímido chico sintió algo en el fondo de su corazón. Levantó su mano para tocar la espalda de Jimin pero sonoro gas expulsado por su maestra hizo a todos verla.

La mujer se sontenia el estómago y se retorcía.

—¿Maestra qué comió? —La mujer se puso roja de la furia y vergüenza.

—¡Min Yoongi!

Ese día Yoongi no salió a merendar por tremendo castigo pero gano algo mejor, ese mismo día el rubio se escabullo de la cafetería y regresó al salón, sacó un par de recipientes donde llevaba comida y la compartió con el pelinegro.

Jungkook también disfruto de esa deliciosa comida debido a que regresó al salón para darle de comer a su bobo amigo.

Gracias a la broma de Yoongi, los tres se hicieron amigos y comenzaron a pasar tiempo juntos.

















——Wilan⛓️Willan——

Maracas ||YM|| Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora