Parte 1: Cuando era joven Prólogo

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— Señor Alberu, otra vez salió al patio en su hora de almuerzo.

— ¿No es mejor disfrutar la comida con una hermosa vista?

— Bueno eso no se lo voy a discutir pero avíseme antes y abríguese. El clima en estos días es muy frío.

Rosalyn era una enfermera que trabajaba los fines de semana cuidando a Alberu Crossman, una leyenda en el mundo de los negocios y una eminencia en liderazgo. Al principio ella pensó que ese estilo de vida era para personas arrogantes, narcisistas y egoístas, sin embargo eso cambió cuando conoció al viejo hombre de 68 años, que incluso si no tuvo hijos era muy querido por sus sobrinos, quienes le brindaron absolutamente todas las comodidades para que pase una vejez feliz y tranquila.

'¿Cómo un hombre como él no tuvo pareja?'

Es una de las tantas preguntas que Rosalyn tenía pero no podía preguntar. A veces duele hablar de ese tipo de cosas. A veces las personas solo aman a una sola persona en su vida.

— Rosalyn ¿Cuál es tu sueño?

La joven de cabello rojo se encontraba sorprendida por la pregunta. No, mejor dicho, estaba sorprendida por la persona que le hacía esa pregunta. Alberu no era el tipo de persona que le preguntaría a alguien sobre sus sueños.

— Bueno, para ser sincera ... cuando saque mi título me gustaría trabajar en el mejor hospital de Roan. Trabajaré muy duro para poder atender bien a mis pacientes y cuando hayan pasado años y haya cumplido con mi deber me retiraré con mi pensión y pasaré una tranquila vejez.

El viejo hombre dio una cálida sonrisa.

— Había una persona que soñaba con ser holgazán y millonario. Jajaja era un bastardo astuto.

A pesar del insulto final había un cálido y extraño sentimiento en el aire. ¿Añoranza?

— ¿Su primer amor?

— ¿Qué?

— La manera en la que recordó a esa persona es como si estuviera recordando a un gran amor.

— jajaja

'¿Tal vez me confundí?' Rosalyn quedó desconcertada por las risas del rubio anciano.

— Así es, mi primer y único amor.

El ambiente aún con el cálido sentimiento también se llenó de tristeza.

— Me gustaría escuchar sobre esa persona. — Rosalyn entonces se decidió, tal vez lo mejor para que el hombre frente suyo deje de levantarse tan temprano para ver el amanecer, se pase la tarde sentado esperando el atardecer, deje de perderse en sus pensamientos de ¿Qué hubiera pasado sí?, deje de encerrarse en sí mismo, tal vez era necesario que alguien escuche su historia.

— ¿Por qué no?

Rosalyn procedió a sentarse al lado de Alberu, era momento de escuchar esta historia.

Dime, ¿Eres feliz? (albecale - alberu x cale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora