|2|Temores que se vuelven realidad.|

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El día en el que se festejó los dulces 1600 de Draculaura había estado lleno de sorpresas. Recibió un montón de regalos, sus mejores mounstro amigas habían limpiado y arreglado las catacumbas para celebrarle y todos sus amigos habían asistido.
Pero de todas las sorpresas la más grande de ellas había sido la llegada de su novio Valentine.

Cuando lo vio de nuevo después de tantos años, rodeado por muchas monstruitas no pudo hacer más que emocionarse y sonreír. Claro que su distracción le había costado caro y nuevamente reprobó el examen de manejo, pero no importo; Valentine estaba ahí por ella y ahora las cosas irían mejor.

O eso era lo que había creído ingenua.

Había extrañado a Valentine e incluso paso mucho tiempo imaginando cómo hubiese sido su relación de no haber tenido que huir.
Pero transcurrieron los años y jamás se volvieron a ver, entonces decidió hacer lo que todos hacían: seguir adelante.

Visito nuevos lugares, se hizo de muchos amigos y hasta se había interesado en conocer nuevos chicos.

Cuánto desearía que las cosas se hubiesen quedado así, solo en conocer pero no amar a ninguno.

Clawd Wolf era un monstruo fuerte, valiente, atleta y leal. Uno de sus amigos con el corazón más puro que hubiese visto jamás en un chico.
La saco muchas veces de problemas y siempre fue amable con ella a pesar de ser rivales por naturaleza y no solo lo hacía por tratarse de la mejor amiga de su hermana, si no porque a él también le agradaba ella.

Se había enamorado del hermano de su mejor amiga y eso estaba muy mal.

Jamás se atrevió a confesar lo que sentía por él por miedo a romper su amistad con Clawdeen. Ella había estado sospechando de la atracción de su mejor amiga por su hermano y se lo hizo saber mostrándose herida, casi traicionada por ello.
Entonces no le quedó más que seguir anhelando. Soñando con lo que podría ser si las cosas no fueran de la manera en la que ya eran.

Fue natural que con la llegada de Valentine se sintiera segura. Regresarían a su relación, pasarían tiempo juntos y solo sería cuestión de tiempo para que se olvidará del hombre lobo y todo volviera a estar en paz, sin miedo a romper una amistad tan importante como la que tenía con Clawdeen.

El primer mes de su noviazgo paso de maravilla sin ningún inconveniente. Toda su atención era dada al vampiro, haciendo casi todo juntos siendo para los demás monstruos lo que llamaban una pareja perfecta. Valentine era un chico tierno, sabía escuchar y además era muy guapo siendo anhelado por muchas chicas y chicos por igual pero a pesar de todo no era el chico del que estaba enamorada.

Pasaron un par de meses mas y como ya se esperaba no podía evitar por mucho al lobo. Clawd la enfrente un día cuando casualmente la encontró sola y le pregunto por la razón del distanciamiento que había tomado con él.
Draculaura solo se hizo la desentendida, mintiendo hacerca de no haberlo notado por pasar tiempo con Valentine pero prometiendo dejar más tiempo para sus amigos en cuanto noto la mirada deprimida del monstruo al que amaba. Este de inmediato se alegro y planeo una salida de amigos a lo cual ella acepto fingiendo emoción.

Cuando le hablo a su novio sobre la idea de separarse un poco y dejar tiempo para sus amigos él acepto comprensivo. Por unos momentos lo noto nervioso pues el vampiro no era muy hábil haciendo amigos pese a lo que se imaginaban del vampiro como un monstruo muy sociable y ella también se preocupo por él; afortunadamente Monster High contaba con muchos monstruos amigables y a los pocos días Valentine se ganó la amistad de chicos como Deuce, Jackson, Hoodude e incluso de Clawd.
Luego se les unió Spelldon, el hermano menor de Casta Fierce con el que comenzó a pasar más tiempo. Tal parecía que habían encajado muy bien los dos y ya no tenía porque estar preocupada por él.

Pañuelo de lágrimas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora