La Rebelión de los Túmulos Funerarios

Parte 1

Los túmulos funerarios eran una inmensa colina descansando bajo Qishan y sobre Yiling, en su parte más alta estaba el castillo de piedra abandonado, construido en una inmensa caverna, que alguna vez fue el hogar de un poderoso cultivador enloquecido.

Ahora eran un páramo inaccesible a donde se arrojaban cadáveres y personas vivas para tener una horrible muerte allí. Eran sin duda, el lugar más malvado e inhóspito que existía sobre la tierra. Los cadáveres solo se podían arrojar desde arriba pues era imposible adentrarse sin sufrir una muerte espantosa.

Imagine usted los cientos de espíritus de cadáveres arrojados a morir sin entierro, luego de ser mutilados, despreciados, traicionados, mancillados. Cada espíritu resentido con una historia propia que anhelaba venganza y justicia. Espíritus tristes y furiosos, sin descanso, sin paz. Sin luz del sol, solo gritos de dolor y llantos de tristeza.

allí fue arrojado Wei Ying, el adolescente brillante como el sol.

Wei Ying cambio literalmente los túmulos funerarios, primero porque sobrevivió lo suficiente como para poder comunicarse con los espíritus del lugar, segundo, porque logró hacer un trato con los espíritus, tercero porque logró enamorarlos con su música hasta lograr ser obedecido por ellos. De pronto, los gritos fueron reemplazados por canciones, tarareos suaves y música de disi. Los ojos del adolescente francos y luminosos miraban a los espíritus y demonios comprendiendo sus penas y escuchando su dolor. Además, era tan valiente y resuelto y los espíritus más feroces lograron respetarlo. Despertó curiosidad y posesividad en los espíritus, Wei Ying les pertenencia.

Wei Ying estaba mal herido, pero aún estaba resuelto a salir con vida y proteger a sus hermanos, y vengarse, también vengarse.

Pero no habia qué comer, solo cadáveres que eran arrojados con bastante frecuencia. Cadáveres humanos. Y él no podía comer eso, estaba, por lo tanto, muriendo de hambre.

Dos espíritus femeninos que estaban fascinados con él no querían que muriera, así que empezaron a traerle pequeños roedores y pájaros que atrapaban en los bosques fuera de los túmulos. Lo guiaron hasta una fuente de agua limpia dentro del lugar, lo consolaron y lo calentaron cuando tenía frio.

Después de tres meses, cuando las fracturas de sus huesos sanaron, Wei Ying abandono el lugar, mientras que muchos espíritus se habían escondido en su disi para acompañarlo y protegerlo.

Wei Ying se convirtió en el primer y más poderoso cultivador demoniaco. Salvó la vida de todos sus supuestos aliados en el mundo de la cultivación y destrozo a sus enemigos.

Los espíritus trataron de advertirle sobre la mala fe de los que decían ser nobles y justos, pero Wei Ying pensó que estaban amargados y enojados.

Hasta que debió volver a los túmulos, huyendo de los supuestos justos y nobles, huyendo de los que habia protegido.

Los túmulos le dieron refugio, junto a los que traía con él, ancianos, mujeres y un niño pequeño.

El silencio y la soledad de los túmulos cambió. Pronto hubo risas y canciones, pronto comenzó a crecer la vida donde habia muerte y la música dulce y triste de Wei Ying arrulló a los espíritus dándoles paz y descanso.

Muchos espíritus siguieron adelante ya en paz con todo, pero muchos otros, los más fuertes, se quedaron a proteger a Wei Ying y su familia, incluso, luego de un tiempo, lograron que la tierra mejorara y las plantas crecieron con más fuerza. Los árboles dieron frutos para alimentar a la nueva familia.

Las barreras de Wei Ying ya no eran necesarias para los espíritus de los túmulos, solo protegían contra el ataque de otros cultivadores.

Después de casi un año, cuando los lotos sembrados comenzaron a florecer, la tragedia se disparó.