Scarlet Traveler

3-

Yo- ¡¿Hermanas?! -exclamo con tal fuerza que las velas a mis espaldas se apagan-.

Clara- Mary-

Yo- ¡¿Y no pudiste decirme eso antes?!

Sarah- Calma, Mary, seguro había una razón para-

Yo- ¡Nada es excusa para esta porquería!

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Los libros vuelan, las demás velas se apagan.

Lirio y Clara observan con terror la secuencia, pero Sarah no... Sarah estaba más concentrada en observar todo con precisión y comprender la situación.

En cuanto noto todo lo que provocó mi enojo, decido salirme de la tienda. Sarah va detrás mía.

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Yo- No puedo creerlo -murmuro-.

Sarah- ¡Mary! -va a mi lado-. ¿Qué fue todo eso?

Yo- ¿A qué de todo lo que pasó te refieres? -pregunto molesta-.

Sarah- A lo de que ambas son hermanas, ¿no lo sabías?

Yo- Por dios, Sarah, es evidente -bufo de molestia-. Ella me mintió, ¡nos mintió! -comienzo a caminar, alejándome de la tienda-.

Sarah- ¡Espera, no te vayas! -corre para ponerse frente a mí-. No las conozco, y de hecho se me hace demasiado extraño esto, pero tal vez deberías hablar con ella.

Yo- No, ya hice antes eso con alguien más y casi me asesina.

Sarah- Me pasó igual y por eso te digo que hables con ella. Dudo que pretenda hacerte algo y eso que ni siquiera sé cómo es en realidad.

Yo- Me niego a esto, en verdad, justo anoche pasamos algo feo y... ¡Demonios!

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El viento sopla, haciendo que la puerta de la tienda se abra.

Sarah, a la fuerza, me toma del brazo y comienza a jalarme hacia dentro del lugar.

Yo trato de zafarme, pero es inútil, ella parecía tener más fuerza. Incluso creo que en parte era gracias al poder que tenía.

Casi a rastras me mete dentro y se para frente a la puerta, evitando que salga.

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Yo- ¡¿Por qué haces esto?!

Sarah- Porque sé que Lirio es una buena persona, y al menos pienso que ella no te hará nada malo.

Yo- Ah, perfecto, ¡ahora debo creerte a ti!

Lirio- Mary, por favor, solo escucha a Clara.

Yo- ¡Ni en sueños!

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Trato de avanzar hasta la entrada, pero Sarah, con ayuda de sus poderes, me avienta, impidiendo que salga.

Eso me molesta demasiado, haciendo que me levante, la vea con esa nueva mirada que tenía, suba la mano y, con ayuda de todo lo que sentía en mi interior, la hago levitar.

Clara y Lirio inmediatamente van hasta mí.

Se posicionan enfrente; Lirio me toma de la mano para que yo la baje, Sarah cae y Clara trata de ayudarla a levantar. Al hacerlo la ojiverde me observa aterrada, con unas cuantas lágrimas corriendo por sus mejillas.